Reducir la contaminación atmosférica es uno de los grandes desafíos de las grandes conurbaciones. El objetivo es doble: mitigar el cambio climático y mejorar el bienestar de la ciudadanía. Bajo estas premisas, la Ciudad de México ha puesto en marcha el proyecto Vía Verde, que consiste en cubrir de verde las columnas de cemento gris del conocido como Anillo Periférico, una vía de circunvalación que rodea gran parte del Valle de México. Hasta el momento ya han cubierto 50 columnas del segundo con paneles de ocho metros de altura.

Al margen del componente estético, estos enormes jardines verticales -sumarán 60 mil metros cuadrados- permitirán filtrar unas 27 mil toneladas de gases nocivos, según el creador y responsable del proyecto, Fernando Ortiz Monasterio, un arquitecto con más de 400 proyectos relacionados con el diseño y la instalación de jardines verticales.

Los jardines verticales, con una decena de especies distintas de alta resistencia, cuentan con un sistema de riego automatizado y un sistema de control vía GSM. La instalación y mantenimiento creará “cientos de empleos directos y miles de indirectos”, según su creador. La iniciativa será financiada en un 100% con capital privado gracias a las columnas que se reservarán para la publicidad.

Los detractores del proyecto, como el colectivo Zoon Peatón, recuerdan que la Ciudad de México está catalogada como una zona de escasez hídrica y dudan de la capacidad del proyecto para autoabastecerse con el agua de lluvia. Asimismo, echan de menos alguna medida para combatir la contaminación acústica y considera que colocar paneles publicitarios provoca otro tipo de polución, la visual.