La Audiencia de Cantabria ha condenado a un colegio a indemnizar con 6.000 euros a los padres de un niño que sufrió acoso escolar por parte de sus compañeros en el curso 2014-2015. La Audiencia ha estimado el recurso de los padres del menor contra la sentencia que en primera instancia rechazó su reclamación porque entendía que no se había acreditado la situación de acoso escolar, aludía a que todos los testigos lo habían negado y a que los informes periciales no eran suficientes.

Sin embargo, tras examinar el recurso, la Audiencia considera que sí hubo acoso, pero en lugar de los 30.000 euros que pedían los padres para el resarcimiento del daño moral determina que los titulares del centro educativo deben pagar 6.000.

El tribunal afirma que en el curso 2014-2015 el chico «padeció un continuo y deliberado maltrato por parte de sus compañeros», que no afectó a su rendimiento escolar pero sí le produjo inquietud y sufrimiento, y desencadenó un trastorno psicológico que precisa tratamiento.

Y establece que el centro debe indemnizar porque no ha demostrado cumplidamente «que empleara toda la diligencia necesaria» para prevenir el daño. La madre del chico puso en conocimiento del colegio la situación que vivía su hijo en junio del 2014. Entonces, trasladó que durante un recreo algunos compañeros habían impedido a su hijo, de doce años, jugar con unas raquetas con las que le habían amenazado. Que se burlaban de su hijo por sus calificaciones y le metían hierba en la ropa.

La sentencia agrega que en el curso siguiente, 2014-2015, los padres reiteraron en el colegio su preocupación por comportamientos «que consideraban hostiles o provocadores de otros alumnos» hacia el menor. Se quejaron de amenazas, burlas e insultos.

La sentencia también recoge que el colegio atendió todas las quejas y constituyó una comisión de seguimiento en septiembre de 2014. Realizó una intervención individual y grupal, expulsó a dos alumnos durante un día, e informó al Servicio de Educación. Todo ello concluyó por parte del colegio admitiendo «situaciones puntuales de falta de respeto» entre compañeros pero que «no eran constitutivas de acoso» al alumno.

Por otro lado, la Policía Nacional ha remitido a la Fiscalía de Menores el atestado que ha realizado tras la denuncia por la agresión que sufrió una menor de 13 años a la salida de un centro educativo de Tenerife, agresión que fue grabada y difundida por las redes sociales. La menor estaría siendo acosada desde que medió en defensa de otra alumna.