El titular del Juzgado de lo Penal número 4 de Pamplona ha condenado a cuatro años de prisión a un acusado que, cuando regentaba un bar de Tafalla, grabó durante seis meses con cámaras ocultas a 326 mujeres que accedieron al baño de señoras. En el juicio, celebrado el 16 de mayo, el acusado, de 38 años, reconoció los hechos aunque negó haber visto las imágenes, mientras que su defensa rebatió la calificación jurídica del fiscal, quien solicitó una condena de 333 años de prisión por 98 delitos contra la intimidad (descubrimiento y revelación de secretos) y 22 delitos agravados contra la intimidad, puesto que las víctimas eran menores edad.

En la sentencia, que puede ser recurrida, el juez califica todos los delitos dentro del denominado «concurso ideal homogéneo», al entender que, si bien se lesionó la intimidad de una pluralidad de personas, lo hizo con una sola acción. En este caso, explica el magistrado, se produjo «una invasión genérica en la intimidad de decenas de personas, no por su identidad concreta, sino por ser usuarias de un baño en un bar». Según apostilla el juez, «en el caso de que se hubiera producido un grabado selectivo de personas, con la correspondiente conservación de dichos archivos en atención concreta a su identidad, seguramente la solución aquí alcanzada hubiera podido ser otra de consecuencias mucho más graves para el acusado, al acoger la teoría del concurso real», es decir, de una pena de prisión por cada uno de los delitos.

El encausado consiguió captar y grabar a 326 mujeres, de las cuales se pudo identificar la imagen de 137 -entre ellas 22 menores de edad-. De estas, un total de 120 interpusieron denuncia. Además, el condenado deberá indemnizar a cada una de las 120 mujeres denunciantes con cantidades que oscilan entre 1.000 y 6.000 euros.