Los doscientos confesionarios portátiles instalados en el madrileño parque de El Retiro para celebrar la llamada Fiesta del Perdón funcionaron ayer sin colas y al 50%, debido al gran fuerte calor, según los voluntarios colaboradores. Los sacerdotes acreditados señalan las horas que van a confesar y los idiomas en que van a hacerlo. Los peregrinos solo tiene que buscar el adecuado y esperar cola si la demanda aumenta.