Cuatro esquiadores murieron ayer por una avalancha registrada fuera de pista en Tovière, cerca de la frontera francesa con Italia, informaron las autoridades galas, que creen que no ha habido más víctimas en el suceso.

Los cuatro fallecidos, que caminaban a pie cuando fueron arrastrados por el alud, son un padre de familia de 48 años, su hijo de 15, el hermanastro de éste último, de 19, y el monitor que los acompañaba, de 59, todos ellos de nacionalidad francesa.

El subprefecto de Albertville, Nicolas Martrenchard, informó en rueda de prensa de que al principio se suscitó una confusión al respecto del número de inscritos para acompañar al monitor en la excursión, pero que ahora no se espera encontrar más víctimas.

El alud tuvo lugar en un sector fuera de pistas, a solo unos metros de los remontes mecánicos.

La alerta fue dada por un empleado de la estación, que llamó a los socorristas al percatarse del alud, en torno a las 09.35 GMT.

El riesgo de avalancha en la zona era ayer de tres sobre cinco.

En el rescate participaron varios helicópteros, así como socorristas y monitores de esquí que se han prestado como voluntarios.

Los medios franceses recordaron ayer que desde el principio de la temporada de esquí se han desencadenado trece aludes en los Alpes y los Pirineos, con tres muertos hasta hoy. La temporada pasada hubo 45 avalanchas y 21 víctimas mortales.

El riesgo de avalanchas se incrementó en los últimos días tras las últimas nevadas caídas en la zona, que fuera de las pistas queda poco prensada y las sucesivas capas producidas por las nevadas hacen que sea fácil su deslizamiento. Las estaciones de esquí recuerdan siempre que no se debe salir de las zonas establecidas para esquiar.