El primer satélite radar español diseñado para la observación de la Tierra, Paz, será lanzado este domingo, 18 de febrero de 2018, a las 15.17 (hora peninsular española). El proyecto presume de ser 100% de capital español: encargado por el Ministerio de Defensa, operado por la empresa HisdeSat y con la colaboración de diferentes centros de investigación, entre los cuales destaca el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El satélite Paz ha sido diseñado para obtener imágenes de alta resolución de la Tierra desde el espacio. Esto lo convierte en el candidato perfecto para las tareas de control fronterizo, vigilancia de la superficie terrestre, protección de recursos, evaluación de catástrofes medioambientales, planificación de infraestructuras, realización de estudios de cartografía de alta resolución y control de operaciones militares, entre otras muchas aplicaciones.

Araceli Serrano, directora de comunicación de HisdeSat, destaca que Paz será capaz de obtener imágenes de una resolución de hasta 25 centímetros. «Para que nos hagamos una idea -prosigue-, se podrá captar la matrícula de un coche desde el espacio. Se estima que el satélite será capaz de enviar una media de 100 imágenes al día en situaciones diurnas, nocturnas y bajo cualquier circunstancia meteorológica, lo que nos proporcionará un conocimiento de la Tierra en todo momento».

Los satélites como Paz también son conocidos popularmente como satélites espía dada su avanzada capacidad de observación desde el espacio. El objetivo de estos espías tiene mucho que ver con las funciones de vigilancia, control y reconocimiento. Pero más allá de las implicaciones militares que ello pueda tener, proyectos como Paz representan un modelo de colaboración entre los sectores público y privado. En palabras de Araceli Serrano: «El satélite español servirá tanto para propósitos de seguridad nacional como para aplicaciones civiles, investigación científica y explotaciones comerciales».

Más allá de su función de vigilancia y control, Paz incorporará tecnología para la recogida de datos meteorológicos. Se trata de un innovador sistema receptor para recopilar datos sobre temperatura, presión y humedad atmosférica. Estel Cardellach, investigadora del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC), en Barcelona, destaca la importancia de esta nueva incorporación tecnológica: «Será la primera vez que se puedan recoger a la vez estas tres variables termodinámicas, lo que será fundamental para predecir la cantidad de lluvia y otros fenómenos meteorológicos extremos».

Sin embargo, Cardellach matiza que el papel de esta tecnología no es directamente la prevención de fenómenos meteorológicos extremos, sino más bien la recopilación de datos para su posterior estudio. En este sentido, la investigadora destaca que se han alcanzado acuerdos con el Jet Propulsion Laboratory (NASA) y con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU (NOAA) para el procesamiento y análisis de los datos.

La historia de este primer satélite de observación de la Tierra español empieza, en cierta manera, en el año 2007. Tras la invasión del islote de Perejil, España solicitó imágenes en directo del lugar a Helios, un satélite óptico francés que se encontraba sobrevolando la zona. Francia, para evitar involucrarse en un conflicto diplomático con Marruecos, denegó la petición del Ministerio de Defensa español. El incidente de Perejil dejó patente la necesidad de tener un acceso directo a imágenes satelitales de la Tierra, lo que en su origen fue la semilla desde donde surgieron los proyectos de los satélites de observación españoles: Paz, que se pondrá en órbita este mismo domingo, e Ingenio, que aún se encuentra en fase de desarrollo.

A nivel europeo, los únicos satélites radar operativos pertenecen a Italia, Alemania y la Agencia Espacial Europea. A nivel mundial, se suman los de EEUU, Japón y Canadá. Con Paz, España pasará a formar parte de la red de satélites Copernicus, un proyecto de observación de la Tierra coordinado por la ESA.