La selva amazónica de Brasil está amenazada de nuevo. Datos no oficiales del Sistema de Alerta de Deforestación (SAD) han detectado un súbito incremento de deforestación desde mediados de este año. La señal de alarma se ha disparado especialmente con los datos de octubre, que registraron la tala de árboles equivalente a 244 kilómetros cuadrados, un 467% más que en octubre del 2013. Este sistema de control se realiza de forma paralela al llevado a cabo por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE). Los datos más recientes de este otro sistema --de los meses de julio y agosto-- también indicaron un aumento del 195% en la deforestación, en la comparación con los mismos meses del 2013.

DIFÍCIL CONTROL

Informes internacionales recientes coinciden en que la política de lucha contra la deforestación en Brasil parece haber alcanzado sus límites. Las grandes propiedades son las que más deforestan pero consiguieron reducir en los últimos años esta práctica como consecuencia del control de las explotaciones agrarias vía satélite. Sin embargo, las pequeñas explotaciones escapan con más facilidad de esas medidas de control. La expansión del área agrícola sigue, pero el principal problema es la acción de los denominados 'grileiros' —individuos que intentan usurpar tierras por medio de documentos falsos—. La llamada Amazonia Legal comprende nueve estados y representa el 60% del territorio brasileño, un espacio tan grande que es dificil de controlar.

EVOLUCIÓN DE LOS DATOS

Por estados, en octubre del 2014 la deforestación se concentró en Rondonia (27%), Mato Grosso (23%), seguido de Pará (22%) y Amazonas (13%), con una menor incidencia en Roraima (9%), Acre (5%) y Amapá (1%). En lo que respecta a los bosques degradados, este incremento ascendería hasta el 1.070%, pasando de 40 kilómetros cuadrados degradados a los 468.

De los 27.772 kilómetros cuadrados deforestados en el 2004, la cifra cayó hasta los 4.571 kilómetros en el 2012 debido a la acción del Gobierno contra las prácticas ilegales. En el 2013, sin embargo, la deforestación se incrementó hasta los 5.891 kilómetros cuadrados, según datos del Instituto del Hombre y del Medioambiente de Amazonia (Imazon).