El padre de la hija de 2 años de la presa de ETA Sara Majarenas fue detenido este domingo en el cuartel de la policía local de Benifaió, al que él mismo acudió con las manos ensangrentadas para confesar que había acuchillado a su hija. Los agentes avisaron al cuartel de la Guardia Civil más cercano para que acudieran a su casa.

Allí se toparon con una puerta blindada que tuvieron que reventar para poder acceder al piso donde encontraron a la menor, aún con vida pero con un cuchillo en la espalda, cubierta de sangre y llorando. «Tenía una perforación del pulmón y heridas en la mano izquierda», explicó ayer Juan Carlos Moragues, delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana.

Según Moragues, la pequeña está «estable dentro de la gravedad» y el agresor «está detenido en espera de pasar a disposición judicial». El delegado añadió que un familiar había apuntado a «motivos en relación a la custodia de la niña» como posible móvil.

La niña vive con su madre en la prisión de Picassent, a 15 kilómetros de Benifaió, pero puede salir los fines de semana con algún familiar. Cuando cumpla los 3 años, el próximo marzo, ya no podrá residir en la cárcel, por lo que la Generalitat valenciana decidirá sobre su custodia. Majarenas fue condenada a 13 años en el 2007 acusada de integrar un comando junto con el también etarra Mikel Orbegozo.