La Guardia Civil ha desmantelado una banda de asaltantes de casas con moradores dentro en una operación en Madrid y A Coruña en la que ha detenido a una española y a tres albaneses, uno de los cuales ya había sido arrestado por el atraco en el 2007 en el chalet del empresario teatral José Luis Moreno.

Se trata de la denominada operación Orquídea, en la que los agentes han intervenido joyas, relojes, dinero y herramientas empleadas en la comisión de los robos, informa la Dirección General de la Guardia Civil.

Hasta el momento los investigadores les imputan cerca de 30 robos cometidos en las comunidad autónomas de Madrid y Galicia.

Uno de los albaneses ahora implicado en estos hechos ya fue detenido en su día por su implicación en el robo cometido en diciembre del 2007 en el chalet de José Luis Moreno en la localidad madrileña de Boadilla del Monte, donde le agredieron gravemente.

Las investigaciones se iniciaron tras denuncias presentadas por diversas víctimas de robos cometidos en viviendas ubicadas en urbanizaciones de la madrileña sierra de Guadarrama y próximas a la carretera nacional I en Madrid, así como en localidades de Galicia.

AMPLIO HISTORIAL DELICTIVO

A raíz de esas denuncias la Guardia Civil identificó a un grupo de tres personas albanesas y una mujer española, compañera sentimental de uno de ellos, todos con un amplio historial delictivo, que fueron sometidos a una discreta vigilancia al tener sospechas de su implicación en los robos.

En la madrugada del pasado día 12, cuando los tres albaneses regresaban a su domicilio tras haber pasado la noche desarrollando su actividad delictiva en las proximidades de la localidad madrileña de Collado Villalba, los investigadores, que les esperaban en el garaje, procedieron a su detención.

Los agentes hallaron en su poder herramientas y oculto junto a la rueda de repuesto el botín que habían obtenido esa noche.

Paralelamente en la localidad coruñesa de Cullerero se practicó la detención de la mujer, implicada en algunos de los robos cometidos por la banda.

Los detenidos, residentes en una urbanización de lujo de Madrid, se desplazaban a diario en un vehículo hasta la zona donde por la noche iban a cometer los robos.

En un punto determinado de la carretera dos o tres personas se apeaban, el conductor del vehículo regresaba a su domicilio hasta que transcurridas unas horas era avisado por sus compañeros para que los recogiera en un lugar convenido.

Durante las horas de la noche en las que los autores materiales de los robos permanecían en las distintas urbanizaciones en las que actuaban elegían los chalés a los que accedían saltando las vallas de los perímetros, escalaban a una de las plantas y forzaban una puerta o una ventana para sortear las alarmas de los bajos.