Los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado jueves un hombre de nacionalidad española, de 20 años y vecino de Santa Coloma de Gramenet, por presuntamente estafar a un centenar de personas con contratos irregulares de suministro de gas. El hombre, además, habría perjudicado la empresa para la cual verdaderamente trabajaba, a laque habría provocado unas pérdidas, junto con otra suministradora, de entre 25.000 y 35.000 euros.

La investigación se remonta al 4 de julio cuando los mossos de la comisaría de Les Corts recibieron una llamada de una vecina del distrito. La mujer alertaba de la presencia de tres personas en el edificio que se habían identificado como trabajadores de una empresa de suministros de gas aunque no le daban ninguna fiabilidad. Rápidamente una patrulla se dirigió al inmueble y localizó a los tres hombres. Durante las comprobaciones que hicieron los agentes, uno de los tres les mostró la acreditación de la empresa para la que trabajaba, a través de su teléfono móvil: se trataba de una comercializadora que gestionaba la facturación de una conocida empresa de suministro de gas, como enlace entre Madrid y Cataluña.

En ese momento esta persona estaba con un vecino del inmueble que manifestaba no estar interesado en ningún servicio y que el comercial se había apoderado de dos facturas de su compañía suministradora habitual. Ante la situación poco clara respecto de la actividad del vendedor los agentes le intervinieron su carpeta de trabajo para hacer las comprobaciones oportunas.

Durante varias semanas los investigadores pudieron acreditar, a partir de varios testigos y víctimas, las actividades que llevaba a cabo el arrestado, preferentemente con personas de edad avanzada. Dado que cobraba entre 30 y 60 euros por contrato de alta realizado, su fin último era lucrarse con el máximo de nuevos contratos posibles, aunque para ello utilizara estrategias poco éticas o delictivas.

Modus operandi

Su modus operandi consistía en ofrecer una mejora en las condiciones del contrato de suministro del gas a partir de un cambio de facturación de Madrid en Cataluña. De esta manera engañaba a las personas y les hacía creer que continuarían en la misma compañía. La actividad de la empresa del detenido consistía, en realidad, al comprar de manera legal el suministro a grandes empresas del sector con sede en Madrid para, posteriormente, distribuir el gas entre sus propios usuarios. Una de las estratagemas que utilizaba el estafador consistía en no llevar la acreditación de su empresa para hacer creer que trabajaba para estas otras empresas, muy conocidas entre las personas de edad avanzada, para generarlos un mayor grado de confianza.

Otra consecuencia de la mala praxis de este estafador tenía que ver con el hecho de que la mayoría de altas que conseguía eran canceladas posteriormente por los clientes. Los investigadores tienen la certeza de que las condiciones que ofrecía estaban por encima de la oferta real de la empresa para la que trabajaba. En este sentido, los policías consideran que sus víctimas eran tanto los titulares de los contratos como la empresa para la que trabajaba y otra compañía para la que llevaba a cabo la misma actividad. En ambas sociedades los generó un importante agravio económico además de lesionar gravemente su imagen a partir del desprestigio creado. En este sentido las dos empresas estiman que el capital defraudado podría situarse entre los 25.000 y 35.000 euros.

Las víctimas

Entre otras prácticas del arrestado también manipulaba firmas de clientes y alteraba los datos de documentos oficiales con el fin de que se llevara a cabo el cambio de titularidad del suministro. Sus víctimas propiciatorias eran las personas de edad avanzada aunque no dudaba en aprovecharse de otras situaciones de vulnerabilidad: en una de las ocasiones entró en el domicilio de un hombre que tenía un grado de disminución psíquica, accedió sin permiso a su domicilio aprovechándose del hecho de que su padre no estaba y, una vez dentro del piso y en colaboración de otros dos hombres, revolvió los cajones en busca de facturas o documentos de manera que pudiera conseguir su objetivo.

Una vez acreditada su actividad delictiva los agentes detuvieron al investigado el 30 de agosto como presunto autor de los delitos de estafa continuada, falsificación de documento público, delito de revelación de secretos y de entrada en vivienda ajena. La investigación continúa abierta ya que los agentes creen que la cifra de personas afectadas podría ascender al centenar. El arrestado pasó a disposición judicial este viernes y quedó en libertad con cargos.