Los Mossos d'Esquadra han detenido a dos vecinos de Amer (La Selva), de 29 y 35 años y con formación universitaria en Geología y Arqueología, acusados de expoliar yacimientos protegidos y vender a través internet piezas antiguas que ellos mismos falsificaban.

Los detenidos fabricaban supuestos utensilios arqueológicos o adquirían artículos de piedra modernos y de origen africano, que luego ofrecían por internet como material de la época neolítica. Además, los agentes les han incautado cientos de piezas, mayoritariamente paleontológicas, que habrían expoliado de diferentes yacimientos, por lo que han sido acusados de un delito continuado de estafa y contra el patrimonio histórico. La investigación se inició en diciembre de 2016 cuando los Mossos detectaron una empresa que se dedicaba a vender por Internet todo tipo de antigüedades.

Un poco de todo

Los agentes comprobaron que esta empresa tenía una actividad muy intensa, con unos productos a la venta muy variados, como fósiles de dinosaurios y de invertebrados, así como hachas, brazaletes y puntas de flechas procedentes de yacimientos catalanes y andorranos.

Dado que la ley declara estos objetos como un dominio público, es decir son propiedad de la Administración a pesar de que estén en propiedades privadas, el Departament de Cultura de la Generalitat y el Ministerio de Cultura de Andorra presentaron sendas denuncias en ambas regiones, ya que se sospechaba que se habían producido expolios en los dos territorios.

A raíz de estas denuncias, la Fiscalía de Girona formuló una querella en el juzgado de Santa Coloma de Farners (Girona), que ha dirigido la investigación. Las gestiones policiales permitieron comprobar que gran parte de los artículos arqueológicos a la venta eran falsificaciones o bien eran objetos etnológicos africanos o mayas modernos que se ponían a la venta como neolíticos catalanes.

Registro en domicilios

El pasado 24 de agosto, los Mossos registraron el domicilio de los detenidos, donde intervinieron gran cantidad de material. En el piso había un taller donde los detenidos elaboraban las hachas que luego vendían como neolíticas.

Según la policía catalana, los detenidos recogían piedras y guijarros de los cauces de los ríos o arroyos cercanos a su vivienda. Los cortaban y pulían hasta que simulaban un utensilio arqueológico.

Además de esta estafa, los agentes han documentado que los detenidos habrían expoliado durante los últimos años "de forma sistemática e intensiva", según los Mossos, varios yacimientos arqueológicos y paleontológicos declarados Bienes Culturales de Interés Nacional.

Al parecer, su formación académica les habría permitido participar en excavaciones de manera legal y oficial. Esto les permitía detectar los objetos de su interés, los geolocalizaban y posteriormente se hacían con ellos.

Los dos detenidos quedaron en libertad tras declarar, con la obligatoriedad de presentarse ante el juzgado que instruye el caso cuando sean requeridos.