Alrededor del 90% de las muertes por cáncer se producen por culpa de las metástasis, proceso que acontece cuando una célula cancerosa se desprende de un tumor, viaja por el sistema circulatorio o linfático y acaba formando tumores en partes distantes del cuerpo. Ahora, investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona han identificado las células responsables de iniciar este proceso, que al parecer es común a todos los tipos de tumor, y han comprobado en pruebas in vivo con roedores que el mecanismo se acelera cuando en la dieta aumentan los niveles de grasa.

«Si cortas el suministro de grasas en las células que generan metástasis, son prácticamente incapaces de desarrollarla», afirma el coordinador del trabajo, Salvador Aznar Benitah, investigador ICREA de la Generalitat y jefe del grupo Células Madre y Cáncer del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona. «Quizá seguirá creciendo el tumor, pero hará muchas menos metástasis o no hará», insiste.

Los detalles de la investigación se han publicado en la revista Nature, con Gloria Pascual como primera firmante. La clave en el proceso es una molécula situada en la membrana celular llamada CD36, conocida con anterioridad, que está implicada en el metabolismo de los lípidos, es decir, en la absorción de los ácidos grasos por parte del organismo.

El proceso parece común para todos los tumores, dice Aznar. Los investigadores han comprobado que el efecto de CD36 es el mismo en células de melanoma y cáncer de mama. «No lo hemos comprobado para todos los tumores, pero creemos que puede ser un marcador general», prosigue. Análisis estadísticos de muestras de pacientes demuestran que inhibir la actividad de CD36 reduce las metástasis en carcinoma de ovario, hepático y de pulmón.

Un detalle curioso es que el efecto de CD36 se potencia especialmente con un ácido graso específico, el ácido palmítico, muy usado en la comida procesada, incluidos productos que se promocionan como saludables, explica Aznar Benitah. Se trata de un componente principal del aceite de palma y, en proporciones más bajas, del aceite de coco y otros.

«Parece existir un enlace directo entre consumo de grasas y potenciación de las metástasis a través de CD36, al menos en ratones inoculados con células tumorales humanas -explica Aznar Benitah-. Hay que hacer más estudios para entender esta intrigante relación. Hay estudios que apuntan que un tercio de la población será obesa en el año 2020», concluye el investigador.