San Sebastián.-- Dos personas han resultado heridas leves en un desprendimiento de toneladas de tierra y rocas que han sepultado tres carriles de la autopista A-8 a la altura de la localidad guipuzcoana de Deba, por lo que esta vía se mantiene totalmente cerrada al tráfico.El suceso se ha registrado a las 7.50 horas en el kilómetro 52,5 de la A-8, donde una ladera situada a la derecha de los carriles en sentido a Bilbao se ha derrumbado sobre la carretera, que ha quedado sepultada por la avalancha de rocas de gran tamaño, que se extiende por unos 40 metros de largo.El desprendimiento ha afectado a cuatro vehículos, uno de ellos un camión cisterna que transportaba un producto utilizado para producir un aislante para frigoríficos, pero no ha ocasionado heridas de gravedad a ninguno de los viajeros, ya que sólo dos personas han sido atendidas en el lugar por los servicios médicos, al presentar diversos cortes y erosiones.El testimonioEl transportista que conducía el camión, que ha quedado empotrado contra las rocas, ha resultado ileso aunque, como ha comentado, si llega a circular sólo dos metros más adelante "hubiera quedado sepultado" bajo las rocas. Joaquín Carrasco ha explicado que primero ha observado un pequeño desprendimiento y después, al ver caer piedras, ha podido frenar para presenciar cómo, en cuestión de segundos, "cayeron toneladas de rocas".Según el testimonio de este camionero, el desprendimiento ha desplazado hacia la mediana a los coches que en ese momento pasaban por ese punto. Al lugar del siniestro se han desplazado los bomberos de Guipúzcoa, técnicos de Atención de Emergencias del Gobierno Vasco, sanitarios, un helicóptero de la Ertzaintza y la unidad canina de la Policía Autónoma, que ha rastreado las piedras para tratar de descartar que bajo el desprendimiento pueda haber más vehículos.El departamento vasco de Interior descarta en principio que haya más víctimas bajo las rocas, aunque matiza que la certeza "no será total" hasta que las grúas que trabajan en este momento en la autopista retiren la masa rocosa desprendida.Investigar las causasMientras, personal de Bidegi, la sociedad que gestiona la autopista, geólogos y especialistas en ingeniería inspeccionan la ladera para investigar las causas que han provocado el desprendimiento en este lugar, considerado "seguro" por el director general de la citada empresa pública, Néstor Arana."Es una zona en la que la roca está estratificada correctamente y no nos explicamos qué ha podido ocurrir", ha insistido Arana, que ha admitido que en la autopista existen otros puntos que "pueden ser más críticos, en los que es posible que pueda haber con más facilitad desprendimientos". El desprendimiento ha originado importantes retenciones en la A-8, a pesar de que el tráfico se está desviando por la carretera N-634, que también está sufriendo problemas. Inaugurada en 1971, la autopista A-8 es la tercera más antigua de España y, desde su reversión a las diputaciones de Guipúzcoa y Vizcaya en junio del 2003, estas instituciones han invertido decenas de millones de euros en la modernización de esta vía, que presenta problemas de saturación de tráfico en varios puntos, como Irún, la variante de San Sebastián, los accesos a Bilbao y la margen izquierda del Nervión.Además, esta vía ha sufrido numerosos desprendimientos que nunca han causado heridos graves, como el que sucedió el 17 de junio de 1988, cuando una franja de tierra de unos 150 metros de largo por 80 de ancho se desplomó de la ladera de un monte, en el lugar donde se unen la carretera nacional N-I y la autopista A-8, a la entrada de la variante de San Sebastián.