DIPLOMÁTICO

FALLECIÓ EL DÍA 14 DE ABRIL EN MADRID, A LOS 72 AÑOS

Javier Urzaiz Azlor de Aragón, que era duque de Luna, falleció la semana pasada en Madrid a los 72 años. Diplomático de carrera, fue secretario de embajada, ministro plenipotenciario y embajador de España, entre otros destinos, en Viena.

Había nacido en San Sebastián el 10 de agosto e 1940. Era hijo de Mariano Urzaiz y de Silva, conde del Puerto, y de María del Pilar Azlor de Aragón y Guillamas, duquesa de Luna y de Villahermosa. Tuvo cuatro hermanos: Pilar, marquesa de Valdetorres, Álvaro, duque de Villahermosa, Luis, conde del Real, y Alfonso, duque de la Palata. Estaba casado en segundas nupcias y de su primer matrimonio tuvo tres hijos: Beatriz, Javier, conde de Javier, e Isabel de Urzaiz y Ramírez de Haro. Tenía cinco nietos y le sobrevive una tía, María Azlor de Aragón y Guillamas, marquesa de San Felices, entre otra familia.

El duque de Luna estaba muy vinculado a diversas entidades socioculturales aragonesas. Así, era académico de honor de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza, patrono de mérito de la Fundación Goya en Aragón y miembro de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza así como caballero de la Orden Militar de Santiago y Gran Cruz de Carlos III, entre otras distinciones.

Javier Urzaiz y Azlor de Aragón era desde 1970 duque de Luna, titulo que heredó de su madre que, a su vez, era también duquesa de Villahermosa. El ducado de Luna, que hace referencia a la localidad del mismo nombre en la comarca zaragozana de las Cinco Villas, es un título nobiliario creado en 1495 por el rey Fernando el Católico, a favor de su sobrino Juan José de Aragón y Sotomayor, IV conde de Ribagorza, virrey de Nápoles y de Cataluña.

Fue el único representante del título hasta que el mismo fue rehabilitado en 1895 por el rey Alfonso XIII y pasó a manos de José Antonio Azlor de Aragón y Hurtado de Zaldívar, abuelo del ahora fallecido. Era hijo de los duques de Villahermosa, un linaje nobiliario que mantiene su casa en Aragón, en el palacio de la localidad zaragozana de Pedrola. Se trata de un edificio renacentista del siglo XVI que alberga, entre otras obras de arte, una galería de retratos de las casas de Luna y Villahermosa así como un valioso archivo documental.

En el palacio de Villahermosa situó Miguel de Cervantes alguna escena del Quijote, tal como recordó el propio Javier de Urzaiz y Azlor cuando en 2004 fue anfitrión de la Comisión Aragonesa para el IV Centenario del Quijote. En ese mismo palacio se celebró en 1909 el tercer centenario de la obra cervantina.