La ingeniería genética vive una edad de oro. Los científicos Juan Carlos Izpisúa, del Instituto Salk de La Jolla (EEUU), y Carlos Martínez, del Centro Nacional de Biotecnología-CSIC, reconocen que asisten a un "momento extraordinario" del que deberían participar los ciudadanos, que pagan en gran parte sus investigaciones. Izpisúa y Martínez intervienen esta semana en Santa Cruz de Tenerife en una Conferencia Internacional sobre Células Madre e Inmunidad, donde han destacado que los cambios también son espectaculares en nuevas tecnologías y nuevos materiales. En ese foro se refleja la tremenda competencia entre los investigadores del área, por lo que se prevé que de esa lucha intelectual surjan en los próximos años los mayores avances en el ámbito de la ingeniería genética.

El expresidente del CSIC, Carlos Martínez, ha subrayado que el actual es un momento histórico, por la revolución que implica la utilización del genoma como herramienta de la transmisión de la información de la generación de los individuos.

FUENTE DE TRANSPLANTES

Por su parte, Shoukhrat Mitalipov, el investigador que logró las primeras células embrionarias humanas por clonación, ha explicado en el mismo foro que las células conseguidas por su equipo tienen características superiores a las logradas por otros grupos. Shoukhrat Mitalipov ha indicado que estudia el comportamiento de esas células en una placa Petri, pero también trata de ver si pueden usarse desde el punto de vista práctico, como fuente de trasplantes.

Este investigador de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón, en Estados Unidos, ha destacado que la idea es tratar de utilizar esas células para reemplazar otras en casos de enfermedades asociadas a mutaciones en los genes mitocondriales.

ENFERMEDADES MITOCONDRIALES

En los próximos experimentos se intentará comprobar la potencialidad de esas células en trabajos en los que también participará Juan Carlos Izpisúa, quien ha explicado que estos dos grupos de investigación abordan las enfermedades mitocondriales desde puntos de vista diferentes.

Izpisúa trabaja con una técnica paralela a la del grupo de Mitalipov, con el objetivo es mezclar las dos tecnologías y aprovechar la experiencia que su equipo tiene en las señales que permiten educar a una célula pluripotente para que se convierta en específica.

Mitalipov ha agregado que, además de trabajar en aplicaciones para tratar de resolver problemas asociados a enfermedades mitocondriales, lo hará en resolver los problemas de embarazo de mujeres a partir de una edad, en las que se puede usar su ADN para transferirlo al ovocito de otra mujer donante joven, fertilizarla "in vitro" y reimplantar para lograr una gestación "normal".

ENVEJECIMIENTO

Para Juan Carlos Izpisúa, el resumen del trabajo de su colega de la Universidad de Oregón y el de muchos otros grupos de investigación revela que la ingeniería genética vive un momento "realmente extraordinario". Un momento en el que, entre otras cuestiones, se puede tratar de manipular el genoma para curar enfermedades asociadas al envejecimiento, ha señalado Izpisúa, quien opina que, como sociedad, es preciso reflexionar sobre lo que estos avances suponen tanto para la medicina como para el funcionamiento social.

Carlos Martínez ha subrayado que los avances se deben al apoyo a la investigación y ha defendido que es necesario tener una "mente abierta" y hacer partícipe de ellos a la sociedad. Además, ha agregado, hay que advertir a los países de que si no apoyan las investigaciones corren el riesgo de quedar excluidos de las ventajas que suponen.