"La energía nuclear se ha visto fortalecida tras el accidente de Japón. Todo funcionó y se protegió adecuadamente a la población". Con esta chocante declaración como preámbulo a cargo de la presidenta del Foro Nuclear, María Teresa Domínguez, no es de extrañar lo que vino después. La industria nuclear a la que representa esta asociación inició ayer su campaña para que el Gobierno alargue la vida de las nucleares españolas hasta los 60 años cuando están diseñadas para funcionar 40.

Si las plantas se cerraran cuando toca, España se quedaría sin nucleares en el 2028 y esos veinte años "desperdiciados" causarían, según el Foro Nuclear, un sobrecoste estimado en 55.000 millones de euros al sistema eléctrico si la energía atómica fuera sustituida por renovables.