Endesa ha optado por abandonar de momento su Proyecto dron. Ha conocido esta semana el comunicado de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea y, a pesar de cómo estaba de satisfecha de los resultados obtenidos con estos artilugios voladores en el último año, ha aparcado la iniciativa hasta conocer las nuevas condiciones que marca la citada agencia.

La empresa eléctrica anunció en mayo del año pasado que había adquirido cinco drones que ha usado para vigilar sus líneas. Este control, que durante los últimos años se hacía en parte en helicóptero (con equipos de termografía, por ejemplo, que detectan un sobrecalentamiento del cable, revelador de un posible problema) o bien con brigadas de técnicos que se encaramaban a las torres eléctricas, se ha usado en Baleares, Canarias, Andalucía o Aragón, comenta un portavoz de Endesa.

Hace pocos días se presentó este proyecto en Tenerife, aunque ahora la compañía se verá obligada a guardar los cuadricópteros en el almacén. La ventaja principal de los drones es que ahorran mucho tiempo a sus operarios, y por lo tanto dinero, además de que son más seguros. "Han sido unos aliados buenísimos, el beneficio en seguridad laboral es enorme", prosiguen las mismas fuentes, que califican de "escollo" el veto temporal de Fomento. No obstante, recuerdan que el permiso para sobrevolar las líneas eléctricas por parte del ministerio lo tienen concedido desde hace tiempo para los helicópteros y que ahora de lo que se trataría sería de "buscar una nueva fórmula".