La Asociación Española contra el Cáncer (AECC) ha pedido este viernes que, antes de abrir un debate sobre la regulación de la eutanasia, se garantice que todos las personas con una enfermedad en fase terminal puedan acceder a los cuidados paliativos, algo que no ocurre en la mitad de los casos.

En un comunicado con motivo de la admisión a trámite en el Congreso de los Diputados de una proposición de Ley que pide la despenalización de la eutanasia, la AECC ha recordado que, a día de hoy, la cobertura de los cuidados paliativos no llega al 100% de quienes lo necesitan.

En este sentido, ha lamentado que la mitad de las personas que lo necesitan mueren con dolor físico y el 75 % con dolor emocional.

Así, la AECC ha solicitado que "puesto que sigue sin estar aprobado el marco normativo estatal de protección de las personas que necesitan cuidados paliativos", el debate sobre la regulación de la eutanasia se abra una vez garantizado este derecho para todas las personas.

Ley estatal

Ha reclamado un análisis exhaustivo de la actual atención sanitaria y social a las personas con enfermedad avanzada y en el final de la vida y una ley estatal que permita armonizar las leyes que ya existen en varias Comunidades autónomas.

Esta legislación debería garantizar -a juicio de la AECC- el acceso a cuidados paliativos para todas las personas que lo necesiten y respetar las preferencias del enfermo si desea permanecer en su domicilio, siempre que las condiciones de la persona enferma y su entorno familiar lo permitan.

También incluir la formación de los profesionales del ámbito socio sanitario en la atención a las personas y familias en esta situación.

Otro de los objetivos pasa por facilitar la participación de los pacientes y cuidadores en el proceso de atención y dotar al cuidador principal de los recursos de apoyo necesarios que mejoren tanto la calidad de vida de su familiar enfermo como la suya propia.

La AECC considera importante, asimismo, fomentar la solidaridad social en el acompañamiento a las personas en el final de la vida a través del voluntariado formado para ello y asegurar la disponibilidad de la atención al duelo, de manera que favorezca la continuidad en el cuidado de la unidad familiar.