España continúa teniendo el triste privilegio de ser el país de la Unión Europea (UE) con el mayor nivel de abandono escolar, según reveló ayer un estudio comparativo de Eurostat, el organismo de estadísticas europeo.

El porcentaje de jóvenes de 18 a 24 años que, tras la enseñanza secundaria obligatoria (ESO), dejaron de estudiar ascendió el año pasado al 23,5%, el doble de la media de la UE (11,9%), el triple de Suecia (7,1%) y cuatro veces más que países como Eslovaquia (6,4%), Polonia (5,6%) y la República Checa (5,4%).

España únicamente consiguió reducir el abandono escolar en 1,4 puntos durante el año pasado respecto al 2012, mientras países que unos años atrás habían estado en peores condiciones, como Portugal y Malta, no solo mejoraron los resultados españoles, sino que siguieron ampliando la distancia respecto a España. El aumento en el 2013 fue de 1,7 puntos para los portugueses y de 1,6 puntos para los malteses. La UE ha fijado para ambos países un objetivo de abandono escolar del 10% para el año 2020, un reto que, de seguir a este ritmo, podrían asumir. Para España, en cambio, el propósito para el 2020 es del 15%. Así, el porcentaje de jóvenes españoles que abandonan sus estudios sin completar el bachillerato o la formación profesional de grado medio se ha reducido algo desde el 30,8% del 2005. Malta y Portugal tenían entonces un 33% y un 38,8%, respectivamente, por lo que han logrado una corrección muchos más rápida y efectiva de ese grave lastre socioeconómico, dejando a España en la cola de la UE. Malta es ahora el segundo país europeo con mayor abandono escolar, pero el porcentaje se limita al 20,9%, mientras que Portugal, con el 19,2%, ha reducido casi a la mitad su fracaso escolar, en unas condiciones económicas muy similares a las de España. El elevado nivel de abandono escolar es uno de los factores que contribuye a la alta tasa de desempleo juvenil de España.