La bióloga Peggy Whitson, que en el 2008 fue la primera comandante al frente de la Estación Espacial Internacional (ISS), es desde el mes pasado el astronauta estadounidense que más tiempo ha permanecido en el espacio, incluyendo varones, un récord que debe sumar al que ya batió el pasado febrero, cuando se convirtió en la mujer con mayor permanencia en órbita de toda la historia.

Es además la mujer de mayor edad que ha viajado al espacio y la que más paseos exteriores ha realizado. Whitson, en definitiva, se ha abierto un hueco en los anales de la astronáutica internacional.

«ME ENCANTA ESTAR AQUÍ» / El pasado lunes, Whitson superó el récord de 535 días acumulados en el espacio que ostentaba su compatriota Jeff Williams y llegará a 666 días a principios de septiembre, cuando regrese de su actual misión en la ISS. La marca absoluta, eso sí, seguirá en manos del cosmonauta ruso Guennadi Pádalka, que acumula 878 en cinco vuelos desarrollados entre los años 2000 y 2009. Ahora ha anunciado su retirada. «Me he cansado de vaguear. No hay perspectivas de volar. Tampoco hay para mí trabajo en el centro (de preparación de cosmonautas)», ha declarado Pádalka a la agencia Tass, que estaba dispuesto a participar en una sexta misión a la ISS.

«Es una gran noticia. Me encanta estar aquí arriba. Viviendo y trabajando a bordo de la estación siento que puedo hacer una gran contribución, por lo que trato constantemente de exprimir cada gota de mi tiempo aquí», declaró Whitson a final de marzo cuando la NASA anunció que debía prolongar tres meses su actual misión en la ISS por un problema en el relevo de un colega ruso.

Las misiones tripuladas a la ISS suelen ser muy prolongadas por motivos logísticos y científicos. Por una parte, no es fácil organizar un viaje de ida y vuelta al complejo orbital, y más en tiempos de recortes presupuestarios y escasez de naves; por otra, una estancia dilatada permite analizar la reacción del cuerpo humano a la ingravidez o las necesidades alimentarias, estudios indispensables para acometer futuros vuelos a Marte u otros destinos de larga distancia. Así que los vuelos tripulados suelen ser muy dados a los récords.

Por regla general, las expediciones actuales permanecen seis meses en el espacio, pero han llegado a durar hasta un año, como sucedió recientemente con la expedición del estadounidense Scott Kelly y el ruso Mijail Kornienko.

Como curiosidad, el primero de ellos declaró tras regresar de su maratoniana misión que tenía problemas de puntería al lanzar los objetos. «Intenté jugar al baloncesto y al principio no colaba ni una». Medía además 3,8 centímetros más, por la relajación de los músculos y los huesos, una altura que con el tiempo volvió a ser normal. Cuando están en microgravedad, los astronautas pierden masa muscular y densidad ósea pese al estricto plan de entrenamiento, con dos horas y media diarias de gimnasio.

Whitson nació en 1960 en Mount Ayr, un pueblo del estado de Iowa, en el seno de una familia de granjeros. Desde pequeña quiso ser astronauta. La expedición actual es su tercer viaje a la ISS puesto que había volado antes en el 2002 (184 días) y en el 2007 (192 días).