Primer match ball salvado. Le quedan por sortear la veintena de denuncias todavía. Albert Cavallé, conocido popularmente como el estafador del amor, ha sido absuelto de los delitos de estafa y apropiación indebida que le atribuía una mujer que le dio 2.280 euros después de haber entablado relaciones a través de la red social de contactos Badoo.

La titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Barcelona, Maria Lluïsa Maurel Santasusana, considera que la denunciante cometió un «error» que podría «haber evitado de haber mantenido una mínima autoprotección o diligencia», por lo que no puede considerarse que concurra «engaño bastante» para considerar la conducta del acusado delictiva. Dicho de otra manera, la víctima pecó de ingenuidad. Para que pueda haber una condena por estafa se debe considerar probado que hubo engaño.

«No consta que la denunciante, más allá de que probablemente sea una persona extremadamente confiada, tenga ninguna característica personal ni estuviera en una situación de especial vulneración, ni que concurrieran otras circunstancias que hubieran facilitado dicha confianza (amigos o conocidos comunes...)», sostiene la sentencia.

Asimismo, la jueza subraya que Cavallé profirió una serie de mentiras y engaños «difícilmente creíbles», lo que juega en contra de la denunciante, ya que podría entenderse que se dejó engañar. «Aun cuando la denunciante manifiesta que el acusado le había dicho que se dedicaba a las inversiones inmobiliarias y que tenía mucho dinero, no consta ningún acto de puesta en escena por parte del acusado que pudiera llevar a engaño respecto a estas circunstancias», pone como ejemplo. «Y resulta igualmente poco creíble que una mutua o la seguridad social no cubra pruebas médicas o intervenciones quirúrgicas», resalta en otro punto.

SE PRESENTÓ COMO MILLONARIO / Como recordó en el juicio la fiscalía, que solicitaba dos años y seis meses de cárcel, el estafador del amor se presentó a la denunciante como un emprendedor «que se dedicaba a inversiones privadas y hablaba de negocios millonarios», lo que le daba una «apariencia de solvencia» perfecta para engañar a las víctimas.

Albert Cavallé admitió que la chica le había ayudado económicamente, pero que le devolvió el dinero. Eso sí, lo hizo después de que la mujer presentó la denuncia. La jueza considera que tampoco se da apropiación indebida «pues resulta evidente que las cantidades de dinero entregadas no lo fueron con el fin de ser guardadas... , sino que esta se las entregó a título de préstamo».