La sentencia sobre La manada sigue generando airadas reacciones. La más contundente llegó ayer de Purna Sen, la coordinadora ejecutiva de la organización de la ONU para promover la igualdad de género, ONU Mujeres, que lamentó los nueve años de cárcel contra los cinco jóvenes condenados por la Audiencia de Navarra porque «subestima la gravedad» de los hechos y supone un incumplimiento de las «obligaciones claras» de los Estados de proteger los derechos de las mujeres. Pero no fue la única. La controvertida sentencia también recibió críticas generalizadas en la Eurocámara durante un debate sobre la aplicación en España de los estándares internacionales sobre violencia sexual.

El caso llegó de la mano de Podemos, que consiguió apoyos suficientes de la izquierda, los socialistas, verdes y eurodiputados nacionalistas para modificar la agenda e incluir una discusión de última hora pese al intento de bloqueo del PP. Salvo un breve rifi-rafe entre la eurodiputada del PP Rosa Estarás y la socialista Iratxe García, el debate no tuvo fisuras, y el vicepresidente Pavel Telicka así lo subrayó al término del mismo. «Es una de las raras ocasiones en las que hay un consenso generalizado y esto destaca lo inaceptable del caso». Varios fueron los eurodiputados que dijeron estar «indignados», «asqueados» y «escandalizados» por este caso y muchos alertaron del problema: la falta de aplicación del Convenio de Estambul.

En el debate participó la comisaria de Justicia, Vera Jourova, quien rehusó entrar a valorar la decisión, consciente de la controversia que ha desatado el caso. «No estoy aquí para criticar la decisión de un tribunal español», pero confió en que el Tribunal Supremo «decidirá con rapidez y eficacia sobre el recurso», añadió tras un debate que calificó de «útil, serio y cargado de emociones». La responsable de Justicia europea también deseó «personalmente a la víctima del caso su recuperación, anímica y física, lo más rápidamente posible de un hecho tan violento» y recordó que lo que necesitamos es que las leyes «se apliquen de forma adecuada».

EL CONVENIO DE ESTAMBUL

La realidad es que no hay legislación en la Unión Europea que ofrezca una definición sobre violación o abuso sexual. Sí lo hace en cambio el Convenio de Estambul, ratificado por buena parte de los Estados miembros, que lo define como todo acto sexual sin consentimiento. Solo nueve países, sin embargo, han tipificado como delito las relaciones sexuales no consentidas.

Para algunos, el problema es que los gobiernos no han modificado sus leyes pese a haberse comprometido. «¿De qué sirve que firmen el convenio si no lo aplican? ¿De qué vale esta unión si no puede proteger a las mujeres?», lamentó Angela Vallina (IUE).

Para otros, «el problema no está en el Código Penal, sino en la interpretación que los jueces se hacen de las leyes».