Las autoridades francesas han subido el nivel de riesgo por gripe aviaria a la categoría de «elevado» después de la detección de dos brotes de alta mortalidad y casos aislados en diversas granjas del sur del país, previsiblemente por contagio a partir de aves migratorias, lo que obligará a las explotaciones a extremar las medidas de control.

Alemania, Austria, Países Bajos, Suiza, Dinamarca, Hungría y Suecia, entre otros países europeos, también han informado recientemente de la mortalidad en animales silvestres y de granja, en todos los casos por el virus H5N8, sin peligro para los humanos. De hecho, el mes pasado hubo que sacrificar 30.000 pollos en el estado alemán de Schleswig-Holstein.

El virus detectado es inofensivo para los humanos pero altamente transmisible entre aves. El virus permanece latente en ejemplares silvestres -en Europa, por ejemplo, se ha detectado en los últimos años en cisnes, cercetas, somormujos y porrones, entre otros- y se convierte en un problema cuando, en sus migraciones, entran en contacto con animales de granja.

El municipio francés más afectado es Amayrac, en el departamento de Tarn, donde se han tenido que sacrificar 18.000 aves, fundamentalmente patos criados al aire libre, al detectarse a finales de noviembre una elevada mortalidad por gripe en dos granjas.