París recibió ayer el fragmento de avión hallado esta semana en la isla francesa de Reunión con el objetivo de analizar si pertenece al Boeing 777 de Malaysia Airlines desaparecido sin rastro hace más de un año con 239 personas a bordo y si permite esclarecer lo sucedido.

Tres días después de su descubrimiento en esa isla en el oeste del océano Índico, y en un vuelo comercial de Air France, ese trozo de flaperon, una superficie de control del avión situada en el ala que actúa como alerón y solapa a la vez, aterrizó en el aeropuerto de Orly hacia las 04.20 GMT.

El enigma en torno al vuelo MH370 de la aerolínea malasia recobró protagonismo cuando Johnny Bègue, encargado de un equipo de limpieza de la playa de Reunión, se topó con ese fragmento el miércoles y un día después con una maleta parcialmente destruida.

El flaperon tomó ayer la ruta por carretera hacia Balma, en las afueras de Toulouse (sur de Francia), donde se ubica el DGA TA, laboratorio dependiente del Ministerio de Defensa y especializado en investigaciones técnicas sobre accidentes de aviones.

Pero el peritaje no comenzará hasta el miércoles, margen concedido para garantizar la llegada de todos los expertos que van a llevarlo a cabo. Ese análisis se efectuará en presencia de un juez de instrucción, de la sección de investigación de la Gendarmería de Transporte Aéreo (SRGTA), de un miembro de la Oficina francesa de Investigación y Análisis (BEA), de un experto aeronáutico malasio y de un representante de las autoridades judiciales de ese país. El fabricante aeronáutico estadounidense Boeing anunció ayer además el envío de un equipo técnico a Francia para colaborar en esa labor.

En su punto de mira, su número de serie, con el que determinar su procedencia, y posteriormente la búsqueda de cualquier elemento que permita dilucidar si el aparato explotó durante el vuelo o impactó directamente contra el agua.

El ministro australiano de Transportes, Warren Truss, señaló el pasado jueves que el fragmentó se localizó en una ruta que concuerda con los análisis del posible trayecto del avión desaparecido, pero advirtió de que es improbable localizar el resto de la aeronave.

La investigación contempla los cargos de homicidio involuntario y presunta destrucción intencionada de ese aparato que, según los expertos, 40 minutos después de su despegue de Kuala Lumpur y de que alguien apagara el sistema de comunicación desapareció tras cambiar de rumbo en una acción "deliberada". A bordo viajaban 239 personas de 14 nacionalidades.