Tener miedo al volver solas a casa de noche, pasar por una zona oscura, cruzar un parque o esperar un autobús de madrugada es un sentimiento común de las mujeres. Pero el acoso callejero no sucede solo de noche, sino a cualquier hora del día y en cualquier lugar. Así lo demuestra la campaña #FreeToBe, promovida por Plan International, que ha recogido 2.500 testimonios a través de las redes sociales para localizar en un mapa de Madrid los puntos más conflictivos de la capital.

Durante esta campaña focalizada en jóvenes de 15 a 24 años y a través de las redes sociales, principalmente Twitter e Instagram, han sido numerosas las felicitaciones y apoyos por parte de instituciones e incluso influencers (Leticia Dolera o Jon Kortajarena), pero también los problemas que ha acarreado a la hora de moderar ataques e insultos provenientes de diversos foros.

¿QUÉ DENUNCIAN?

"Fui con una amiga a repasar un examen al Retiro. Subimos al cerrillo y de pronto apareció un chico masturbándose. Se quedó quieto un buen rato y cortándonos el paso para bajar", narra una joven en la plataforma. No es el único testimonio relacionado con el famoso parque madrileño. "Volvía a casa por la noche. Cuando pasaba por el parque, había un hombre escondido que salió y empezó a perseguirme hasta que me alcanzó y me agarró del brazo", explica otra. Y no siempre son en primera persona: "Iba paseando a mi hija de tres años cuando vi a un abuelo de unos 70 años masturbarse cerca de una chica joven. Fue repugnante".

Todo el mapa de Madrid está repleto de situaciones violentas para las mujeres, da igual el barrio o la hora del día. En Embajadores, una joven asegura que un hombre le ofreció llevarle la mochila "a cambio de una mamada". En Fuencarral, otra mujer tuvo que agarrarse de una desconocida ante el acoso de dos hombres. En Ciudad Universitaria, una estudiante cuenta cómo un señor "de edad avanzada" se acercó en el metro y se empezó a rozar con ella. "Cuando yo me apartaba, él se me acercaba y seguía. Una de las experiencias más desagradables que he tenido".

Situándonos en la herramienta, podemos ver que la gran mayoría de puntos inseguros señalados se corresponden con zonas céntricas de la ciudad. Pero desde el proyecto insisten en no criminalizar ninguna zona, porque antes tienen que hacer un estudio de los datos que será publicado en octubre. "Es normal, porque son las zonas de más ocio nocturno". Para ver la problemática de cada sitio, hablarán con las participantes, con expertas de género y en urbanismo.

LAS REDES COMO PLANIFICADOR

"Desde el primer momento se pensó en el entorno digital", explica Lara Martínez, gerente de Campañas e Incidencia Política de Plan International. Se dividió el objetivo en chicas millennial y de la 'Generación X'. "Es un proyecto en el que las propias jóvenes podían sentirse partícipes y enviar sus mensajes". A través de un mapa web, la herramienta permitía situar las zonas seguras o inseguras de la ciudad a través de un comentario en el que narrar una situación de acoso callejero.

A la difusión del hashtag contribuyeron numerosos influencers o creadores, como Leticia Dolera o Monstruo Espagueti.

INTENTO DE BOICOT DESDE FOROS

Una noche, empezaron a llegar mails señalando que estaban entrando comentarios ofensivos en masa, con lenguaje inapropiado o insultos. En uno de los puntos, señalaban el lugar donde "habría que poner una estatua al Prenda". Esos mensajes nunca llegaron a ser públicos porque pasaban una etapa de moderación, pero pasaron toda una noche eliminando este tipo de acciones que concluyeron con el dibujo de una esvástica a través de los puntos. "En Sydney estaban haciendo el mismo proyecto y también fueron boicoteados por foros", explican desde Plan International. "Intentan sabotear de cualquier forma, aquí o en Australia. El machismo existe, el acoso existe, y esto es acoso digital".