Como ha ocurrido en Estados Unidos, la campaña electoral francesa está salpicada de rumores malintencionados, información sesgada o directamente falsa y la acción de piratas informáticos con claro interés en influir en el resultado de los próximos comicios.

El Elíseo es consciente del riesgo de injerencia de redes afines a Donald Trump y Vladímir Putin y prevé organizar un Consejo de Defensa específico para abordar este asunto. Los servicios secretos están convencidos de que la mano del Kremlin está detrás de fenómenos análogos a los que se vieron en la campaña norteamericana.

Sin ir más lejos, esta misma semana el liberal Emmanuel Macron se vio obligado a cortar de raíz el chisme difundido a través de las webs de propaganda rusa Sputnik y Russia Today de que tenía una relación con el presidente de la radio pública francesa, Mathieu Gallet.

LE PEN Y EL VETO DE TRUMP / Y el pasado jueves, en France 2, la candidata ultraderechista Marine Le Pen retomó sin rubor el retorcido argumento de la Casa Blanca comparando el veto de Trump a siete países musulmanes con la orden de Barack Obama de reexaminar en el 2011 la situación de 58.000 iraquís instalados en Estados Unidos. Los periodistas que entrevistaban a la candidata del Frente Nacional le hicieron ver la diferencia entre las dos medidas y el diario Le Monde la explicó en detalle elviernes en su esección Les décodeurs (Los descodificadores).

El diario vespertino es uno de los ocho medios franceses que colaborarán con Facebook para luchar contra la proliferación de noticias falsas en la citada red social. Al proyecto se han unido la agencia France Presse, 20 minutes, BFMTV, France Télévisions, France Médias Monde, Libération y L’Express.

LA AYUDA DEL LECTOR / La idea del gigante estadounidense, que tiene 24 millones de usuarios en Francia, es desplegar un dispositivo similar al que puso en marcha en diciembre en Estados Unidos y que lanzará próximamente en Alemania. Se trata de que el usuario disponga de un icono para señalar que una información puede ser engañosa.

Los medios asociados al proyecto podrán luego comprobar su veracidad y decidir que el contenido aparezca etiquetado como falso. La misma filosofía guiará CrossChech, la futura plataforma de la todopoderosa Google para contrastar la veracidad de lo que pulula por la red.