Los vecinos de Sitges convivieron durante un año con la mujer más buscada por las policías de Europa. Tania Varela, una abogada gallega condenada por narcotráfico y huida de la justicia española desde el 2013, fue detenida el pasado lunes tras un largo periplo, según fuentes policiales, por Portugal y América del Sur. Esta población costera, sin embargo, ni siquiera llegó a percatarse de su presencia.

Varela vivía, bajo una identidad falsa, en el número 14 de la calle de Sant Dídac de Vallpineda. «Ni sabíamos que esa casa estaba alquilada», admite el gerente. Propiedad de un matrimonio navarro, la casa en la que se escondía Varela se alquiló hace un año a través de una agencia. Los dueños han rechazado hablar con este diario dado que, aseguran, incluso desconocían el nombre del inquilino que pagaba su alquiler.

En Sitges no recuerdan haberse cruzado con Varela. Entre el parque infantil en el que fue detenida y su casa median unos 800 metros. Varela estaba allí con su hija cuando dos mossos le pidieron que les acompañara a comisaría, donde sería arrestada. En esos metros hay una farmacia, un bar, una tienda de comida italiana para llevar, un colmado... A ninguno de sus trabajadores le suena su cara. Tampoco en una farmacia, que hubiera pisado de requerir un medicamento. Varela estuvo escondida en una casa de Sitges durante un año. Pero nunca vivió en Sitges. Sin el chivatazo a los Mossos hubieran podido pasar años antes de que se hubiera levantado sospecha.