La nueva Estrategia Nacional sobre Adicciones, aprobada ayer por el Consejo de Ministros, pone el foco sobre Internet y la aparición de adicciones que han traído consigo las nuevas tecnologías, además de introducir estudios sobre drogas y sustancias adictivas diferenciando el consumo en función del sexo.

Es la primera vez que se incorporan las nuevas tecnologías y las redes sociales a esta estrategia. Con este plan -que abarcará los próximos ocho años- el Gobierno pretende combatir las nuevas adicciones a las redes sociales y a los móviles.

Y es que según los datos oficiales, el 18% de los adolescentes entre 14 y 17 años hace un uso «compulsivo» de internet, llegando a generarles ansiedad cuando no pueden estar conectados. La estrategia también se centra en el juego on line, ya que estima que el 0,9% de mayores de 18 años tiene ludopatía.

De este modo, el Ejecutivo pretende con esta decisión agilizar la inclusión en la estrategia nacional de, por un lado, los nuevos tipos de adicciones y, por otro, las nuevas sustancias. Por una parte, se facilitará la inclusión de nuevas drogas al catálogo de sustancias prohibidas, al tiempo que se acotará la publicidad de las casas de apuestas en espacios con presencia de menores, mediante una regulación especial que estará lista este mismo año.

SEXO EN LA RED / El texto de la Estrategia Nacional sobre Adicciones llama la atención sobre las nuevas aplicaciones para encontrar pareja o quedar con gente, y cita a Wapo, Tinder o Grinder como plataformas mediante las cuales se están introduciendo dinámicas para favorecer las relaciones sexuales ligadas al consumo de drogas. Esto, unido a los índices de dependencia de las nuevas tecnologías, llevan al Gobierno a referirse explícitamente a un «uso patológico de internet» y de las redes sociales, y cita al juego on line y las apuestas deportivas como «potenciadoras de conductas adictivas». El informe también precisa que, al tiempo que se reduce el consumo de la heroína, la cocaína o el hachís, aumentan las sustancias químicas que no están en el catálogo de drogas, que se comercializan por internet, y constata el consumo de alcohol (77,6% de la población), tabaco (el 30,8% fuma a diario) y el uso de tranquilizantes, drogas legales a las que recurre el 12% de la población.