Febrero de 1976. Apenas tres meses después de la muerte del dictador Francisco Franco. Antonio Asensio Pizarro tenía únicamente 28 años, varios amigos, muchos proyectos y audacia. Llamó a su amigo Francisco Matosas, un joven abogado que había conocido en la mili en Canarias, y le dijo que quería crear una empresa nueva para editar revistas. Días después, en la barcelonesa notaría de Lorenzo Valverde Galán se firmaba la constitución de Ediciones Zeta S.A, con un capital social de 500.000 pesetas (3.000 euros).

Eran tres socios, Antonio Asensio, que aportó el 60% con 300.000 pesetas (1.800 euros); Jerónimo Terrés, que desembolsó un 20%, 100.000 pesetas (600 euros), y José Ilario, suscriptor del 20% restante, al que contribuyó con las cabeceras de las publicaciones Liberty, Lib, Interwiu --con la w que luego sería castellanizada--, y O.K., hasta entonces de su propiedad particular, valoradas en conjunto en 100.000 pesetas. En el momento de la firma el calendario marcaba lunes 1 de marzo de 1976. Acababa de nacer el Grupo Zeta.

En España eran tiempos de una libertad recobrada y en los cines se proyectaba la película Z, de Costa Gavras, que se identificaba con los ideales de libertad. De ahí surgió la idea de bautizar como Zeta a la nueva empresa, porque libertad también se podía escribir con Zeta.

Imperio multimedia

Hoy, apenas 30 años después, aquella pequeña empresa, poco más que un proyecto entusiasta de Antonio Asensio y sus amigos, se ha convertido en un imperio multimedia español de la comunicación, encabezado por Antonio Asensio Mosbah --la siguiente generación de la familia Asensio-- que factura 450 millones de euros (75.000 millones de pesetas, que contrastan con las 500.000 pesetas del capital inicial), en el que trabajan 2.300 personas en España, Europa e Iberoamérica y que está organizada en cinco grandes unidades de negocio: prensa diaria, revistas, libros y multimedia, audiovisual, ocio y servicios.

Todos los días, 12 diarios del Grupo Zeta acuden puntualmente a los quioscos españoles, a los que se unen dos semanarios y otras 18 revistas mensuales. Asimismo, el grupo difunde múltiples publicaciones electrónicas, los libros de una poderosa y prestigiosa editorial, distribuye películas de éxito y despliega otras actividades, entre las que destaca la edición de 29 publicaciones de empresa --revistas corporativas-- con una tirada anual de más de 13 millones de ejemplares. Lo que llevaba en la cabeza aquel soñador audaz que se llamaba Antonio Asensio se ha hecho realidad.

Una revista revolucionaria

Dos revistas de vida bastante breve fueron los primeros productos experimentales de Ediciones Zeta, O.K. y Diccionario político. Pero el objetivo central de su trabajo era, desde el primer momento, perfilar el proyecto del semanario Interviú.

Esta publicación, que supuso una auténtica revolución para los medios de comunicación del momento, llegó en mayo, ocho años después del mítico mayo del 68 en París. Nació en Barcelona, pero fue un fenómeno español, porque desde el primer día --y también hoy, 30 años después-- es una publicación nacional que llega y se lee en cualquier rincón del país.

El precio de portada era 40 pesetas --24 céntimos de euro-- y su primer número, fechado 22-26 de mayo de 1976, todavía hoy es sorprendentemente moderno en diseño y concepto editorial. Para la España de hace 30 años era sencillamente revolucionaria la imagen de una atractiva modelo cubierta con una rebeca de macramé que permitía distinguir sus pechos, un erotismo entonces escandaloso para algunos, aunque ahora esa misma portada despierte sonrisas por su candidez.

Interviú, desde su primer número, desplegaba la bandera de un nuevo periodismo de vitalidad y denuncia. Un juez contra la corrupción, Montejurra: Estábamos allí, Gallegos en el poder, Las Vegas: mujeres, mafia y dinero o La rebelión de los homosexuales eran los temas --que quizá con la excepción de Montejurra podrían ser actuales-- desplegados desde la portada del semanario que, pocas semanas después de su nacimiento ya era una publicación de éxito. Porque pronto superó los 100.000 ejemplares iniciales --vendidos en pocas horas-- hasta superar la hasta entonces inalcanzable cifra del millón.

Nace el primer periódico

La aparición de El Periódico de Catalunya fue el segundo gran hito en la historia de Zeta y de la peripecia editorial de Antonio Asensio. Incluso antes del éxito de Interviú, la idea y la ilusión del fundador de Zeta era editar un diario. Esto se convirtió en realidad el 26 de octubre de 1978, con la llegada a los quioscos de El Periódico de Catalunya una auténtica revolución de octubre para la prensa diaria española de la época que ya tampoco volvió a ser la misma y que se lanzaba con entusiasmo, sin posible marcha atrás, por la senda de la modernidad.

Esta cabecera se sumó a la relación de nuevos diarios democráticos surgidos, como El País, tras la muerte del general Franco encarando con empuje y libertad las nuevas posibilidades informativas de los periodistas y las nuevas demandas de los lectores. El diario además, abanderaba su propia especificidad, al enviar al mercado un producto basado en un concepto diferente respecto a todos los diarios españoles o europeos que existían en aquel momento, con un diseño novedoso, que luego se convertiría en el más imitado de todo el final del siglo XX, y una línea editorial independiente.

El éxito también llegó enseguida, pese a que las dificultades tecnológicas de la época impidieron que se consolidara su intención de publicarse simultáneamente en Madrid y Barcelona, y ahora, casi tres decenios después, El Periódico de Catalunya es la publicación de referencia del Grupo Zeta.

Fue en 1990 cuando tomó cuerpo otro de los sueños de Asensio: la puesta en marcha de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, una comunidad a la que el fundador estaba unido por razones familiares y afectivas. Como todas las publicaciones del grupo, el diario nació con una clara vocación de servicio, de independencia y de pluralidad para refrescar y animar el panorama informativo aragonés. Quince años de presencia ininterrumpida y comprometida en el quiosco han convertido a EL PERIÓDICO DE ARAGÓN en un diario imprescindible para entender y para analizar la realidad aragonesa. Quince años que han servido, además, para consolidar la impronta de Grupo Zeta en Aragón con otras actividades, como la edición el deportivo diario Equipo, de los mensuales gratuitos para comarcas y barrios o la consolidación de una potente división de internet.

Antonio Asensio fue, sobre todo, un emprendedor tenaz y audaz. Virgilio decía hace 20 siglos que "la suerte ayuda a los audaces". Después de algunos tanteos previos, hacía falta mucha audacia para lanzar en 1982 un semanario nuevo en el abigarrado escenario de la información general, y más aún para hacerlo con vocación de liderazgo.

En mayo de 1982, cuando en un cuartel madrileño del barrio de Campamento eran juzgados los golpistas del 23-F, apareció el semanario Tiempo, el tercer hito en la historia todavía joven del Grupo Zeta.

Heredero de la tradición de Interviú y de El Periódico de Catalunya, y ¡deprisa, deprisa!, como le gustaba conseguir sus objetivos a Antonio Asensio, Tiempo volvió del revés el sector de las revistas semanales de información general españolas.

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