Es momento de soñar y de pensar en deseos inalcanzables. La tan esperada lluvia de estrellas de agosto llega por fin este fin de semana. En solo unos días, si observamos el firmamento, podremos ver uno de los fenómenos astronómicos más populares del año, las Perseidas, también conocidas como lágrimas de San Lorenzo.

En este 2017 se espera una actividad normal de unos 80 meteoros por hora, aunque la luz de la luna reducirá bastante la visibilidad e impedirá ver muchos de ellos, los más tenues.

Las Perseidas son una lluvia de estrellas que dura casi un mes, desde finales de julio hasta finales de agosto. Los días de mayor espectacularidad se concentran hacia la mitad de este periodo, que cae normalmente en San Lorenzo, el día 10 de agosto. Por eso, este fenómeno también es conocido como las lágrimas de San Lorenzo.

La luna no acompaña

"Este año, el tamaño y la hora de salida de la luna dificultarán bastante la visibilidad de la lluvia de estrellas", lamenta Toni Guntín, director del Observatorio Astronómico de Castelltallat. Por eso, a pesar de ser el día 10 cuando se espera una actividad más elevada de meteoros, Guntí recomienda esperar hasta la noche del sábado 12 al domingo 13, cuando la Luna estará en fase menguante y saldrá más tarde, alrededor de la medianoche.

La contaminación atmosférica y lumínica también son factores que hacen más complicado el avistamiento de estrellas fugaces. Por eso, Jordi Núñez, el director del Observatori Fabra, recomienda que, para ver el máximo número de estrellas fugaces, hay que ir a algún lugar alejado de la luz de las ciudades. Núñez también aconseja mirar hacia la constelación de Perseo, en dirección noroeste.

Salir de la ciudad

Así que, recuerda. Para disfrutar de las Perseidas la noche del 12 al 13 de agosto, es esencial buscar un lugar alejado de las grandes ciudades. Si no queda más remedio que permanecer en la urbe, también se pueden ver desde la ciudad, aunque se reducirá considerablemente la cantidad de meteoros avistados.

No es necesario ningún aparato como telescopios o demás artilugios astronómicos. La lluvia de estrellas se puede ver a simple vista. Sí que se recomienda acudir con media hora de antelación a cuando se quiera empezar a observar el cielo en buenas condiciones, porque el ojo humano tarda este tiempo en habituarse a la oscuridad.

Buscar la comodidad

Habrá que buscar un cielo lo más abierto posible y esperar a la medianoche, momento a partir del cual la constelación de Perseo (el punto desde el que parecen aproximarse las estrellas), esté por encima de la línea del horizonte, en dirección noroeste.

No es mala idea llevar una silla cómoda, una manta o una toalla al lugar desde el cual se quiere observar las Perseidas. Seguramente se estará un buen rato mirando al cielo y las cervicales pueden resentirse.

Una estrella fugaz no es más que un fragmento de un cometa que se ha calentado al entrar en contacto con la atmósfera de la tierra. Al acercarse al sol, el calor provoca que los cometas pierdan fragmentos volátiles, restos que se convierten en meteoros si entran en contacto con la atmósfera. En el caso de las partículas de las Perseidas, apenas tienen el tamaño de un grano de arena.