El castillo hinchable que el domingo salió volando y causó la muerte de una niña de 6 años y heridas a otros seis menores en el municipio gerundense de Caldes de Malavella estaba mal anclado e incluso carecía de licencia municipal para realizar la actividad. Según Efe, estaba instalado ilegalmente porque carecía de autorización municipal. Y aunque estaba homologado, únicamente estaba anclado al suelo por dos de los seis anclajes de que disponía.

La tragedia de este castillo de aire ha mostrado el peligro que entrañan unas atracciones que están en ferias, en restaurantes o en fiestas particulares. Porque es muy probable que la situación de alegalidad de estas atracciones sea frecuente.

Según el reglamento de espectáculos de la Generalitat, los dueños del restaurante tenían la obligación de notificar formalmente al Ayuntamiento sobre el castillo. Y la obligación del Ayuntamiento era enviar al restaurante un técnico municipal para que revisara el punto en el que iba a ser instalado y también las características del castillo. Nada de esto había ocurrido. El Ayuntamiento, por su parte, conocía la existencia de la atracción pero tampoco la reclamó porque no estaba al corriente de la normativa, como no lo estaba el dueño del restaurante Mas Oller.

Por su parte, los cinco niños que sufrieron heridas leves se recuperaban ayer favorablemente en el hospital de Gerona. Mientras que el pequeño de 9 años más grave se encontraba fuera de peligro pero pendiente de tres intervenciones quirúrgicas.

Por ahora se desconoce por qué el hinchable emprendió un vuelo enfurecido que lanzó a cinco niños contra el césped y a otros dos -la niña fallecida y el herido más grave- contra el cemento de la terraza. La hipótesis de que un golpe de viento soplara y lo levantara está prácticamente descartada por los Mossos.