El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana ha ampliado al menos hasta la medianoche del próximo lunes la inhabilidad de plazos y actos judiciales que se tuvieran que celebrar en la Ciudad de la Justicia de Valencia, después de que este miércoles se haya vuelto a tener que paralizar la actividad por los problemas de salud que ha causado el hollín a algunos funcionarios al reincorporase a sus puestos tras el grave incendio que sufrió la instalación el pasado domingo. Solo los juzgados de guardia y de violencia de genero siguen abiertos y con su funcionamiento habitual.

Después de dos días de cierre por los trabajos de limpieza y desescombro, la Conselleria de Justícia permitió reabrir el edificio tras los informes favorables que había recibido. Pero durante la mañana de este miércoles, una treintena de funcionarios, cuyos puestos de trabajo en el juzgado de lo social son los más cercanos a la zona afectada, tuvieron que ser atendidos por conjuntivitis y problemas respiratorios que les provocó el hollín que aún quedaba. "Al parecer en esa parte de la sede aún quedaban restos de hollín y no estaba apta para seguir trabajando", explicó la 'consellera' Gabriela Bravo.

Todo parecía correcto

La 'consellera' anunció que ha pedido un nuevo informe al Instituto de Seguridad de Riesgos Laborales (Invassat), que había dado el visto bueno a la reapertura de la instalación, para saber si el edificio debe permanecer cerrado. "Lo que hay que priorizar es la salud. Si decidimos abrir es porque nos garantizaban que no habían ningún riesgo", señaló. "El Invassat decía que, concluidos los trabajos, no había ninguno problema en que ese aire pudiera respirarse lo que coincidía con las mediciones que había hecho la empresa que habíamos contratado", indicó la titular de Justicia.

Bravo se mostró abierta a cambiar la decisión "si ha habido variantes o los informes no han profundizado lo necesario para poder asegurar al 100% que no hubiera incidencia". "Vamos a actuar con la máxima cautela. Mantendremos cerrado el edificio ante cualquier indicación del Invassat", apuntó. Aun así, dijo que tratarán de reabrirlo lo más rápidamente posible.

"Una cosa es la inhabilidad y otra cosa es precintar el edificio. Si estos problemas, al parecer derivados del aire acondicionado y porque la limpieza de un sector no habían sido lo exquisita y adecuada que hacía falta, se solucionan, el edificio puede permanecer abierto. No ha estallado una bomba nuclear ni hay elementos radioactivos", sentenció. De esta manera, apuntó, se podría avanzar algo el trabajo. "Una cosa es que se suspendan los plazos para que no se produzcan perjuicios y otra es que un fiscal no pueda entrar a por sus carpetillas para prepararse un juicio", distinguió.

Recuperar la actividad

Bravo se mostró consciente del problema que esta paralización supone para la sobrecargada agenda de la justicia y explicó que han ofrecido los medios de la 'conselleria' para poder recuperar el tiempo y los expedientes perdidos. "Se va a tener que trabajar un plus y ya se le trasladó al decano y a los jueces para que nos planteen qué medios necesitan para recuperar la marcha normal", concluyó.