Un vecino de Sudanell (Lérida) mató ayer a uno de los tres intrusos que entraron en su casa embozados con pasamontañas sobre las nueve y media de la mañana, e hirió gravemente a otro. También disparó a otro encapuchado que, según su versión, le habría disparado primero desde el exterior de la vivienda.

Sebastiá Ges, de 64 años, disparó con una pistola del calibre 22 desde el segundo piso a la cabeza de los dos asaltantes, que habían maniatado a su hijo, de 25 años. Uno de ellos falleció cuatro horas más tarde en el Hospital Arnau de Vilanova de Lérida, mientras su compañero se encontraba ayer en estado de muerte cerebral.

EN PIJAMA Y DESCALZO Con solo el pantalón del pijama, descalzo y con la pistola en mano, Sebastiá Ges se entregó minutos después de disparar su arma en el Ayuntamiento, al que llegó corriendo. Según el alcalde, Josep Maria Sanjuan, y el coordinador de emergencias de protección civil en Lérida, Emili Nadal, entró diciendo: "He pelado a dos". Nadal, reconoce que se asustó al ver "los gestos de bravuconería" del hombre, que estaba muy alterado. "Cuando lo vi no daba crédito a que la pistola fuera de verdad, no me lo creía, pero luego me quedé parado", explica.

Tanto el alcalde como los vecinos del pueblo dan por hecho que los asaltantes son ladrones, pero los Mossos no descartan otras hipótesis. Apuntan la posibilidad de que los intrusos conocieran al hijo de los Ges, que tiene un bar en el pueblo.

El alcalde y Emili Nadal no consiguieron que el dueño de la casa soltara el arma con la que había disparado. Para que la dejara tuvo que intervenir un amigo, Enric Martí.

Según sus versiones, en la casa, junto con Sebastiá y su hijo, estaba la novia de este. Cuentan que dos asaltantes entraron con pasamontañas y armados y ataron las manos al hijo. El padre, "alarmado por los gritos de la novia, saltó de la cama, en el segundo piso, cargó el arma y, mientras bajaba las escaleras, vio cómo le disparaba un hombre desde el exterior de la casa, y fue entonces cuando disparó a los dos encapuchados que zarandeaban a su hijo", explica Enric Martí. Según este testimonio, salió corriendo para alcanzar al asaltante armado pero no disparó porque había gente por la calle. El tercer asaltante se dirigió corriendo hacia el canal que pasa por el pueblo y, antes de ser detenido por los Mossos, tiró la pistola, que quedó enganchada en la valla.

La policía autonómica baraja la posibilidad de que en la operación haya intervenido también una cuarta persona que haya logrado escapar del cerco policial.

CON ANTECEDENTES El fallecido, un joven de 23 años residente en la avenida de Valencia, en el barrio leridano de Cappont, tenía antecedentes penales de poca importancia, igual que alguno de sus compañeros. Sebastiá Ges, que quedó en libertad tras declarar toda la tarde en la Comisaría de los Mossos de Lérida, tiene licencia de armas de caza menor y tiro olímpico. Su casa, conocida en el pueblo con el apodo familiar de Can Silo, es según los vecinos una vivienda modesta, "de la que los ladrones tampoco habrían podido llevarse muchas cosas".

El delegado del Gobierno en Lérida, Jaume Gilabert (ERC) aseguró ayer que inicialmente todo hace pensar que el vecino de Sudanell actuó en defensa propia, aunque la investigaciónn sigue abierta.