Un hombre disparó en varias ocasiones ayer por la tarde a su expareja en el colegio Santo Negro de la localidad alicantina de Elda y luego, aparentemente, se suicidó. El suceso se produjo a las cinco de la tarde cuando todos los padres estaban recogiendo a sus hijos en este colegio público de educación infantil y primaria y fue presenciado por muchos de ellos y también por varios profesores del centro. Aunque en un principio las autoridades locales dieron por muerta a la mujer, que habría recibido varios disparos y uno de ellos en la cabeza, la víctima está muy grave y algunas informaciones apuntan a que podría estar en estado de muerte cerebral pero manteniendo aún las constantes vitales.

Tras disparar a su expareja, en lo que parece un nuevo caso de violencia machista, el agresor se metió en su coche, que estaba aparcado en las inmediaciones del centro, y aparentemente se suicidó tras sufrir un accidente que dejó el vehículo subido a la acera justo delante de una de las puertas del centro.

El colegio Santo Negro se encuentra en un barrio a las afueras de Elda y muy cerca del Hospital Universitario Virgen de la Salud. Nada más conocerse el suceso se desplegó un enorme despliegue de seguridad y sanitario.

La Consejería de Educación activó a la Unidad de Acción e Intervención especialista en estas situaciones para evaluar el suceso «y planificar los pasos a seguir para atender a familias, alumnos y profesorado del centro durante la jornada de mañana [por hoy]».

La Consejería pidió a los medios «que se respete la intimidad y se vele por garantizar la tranquilidad a la comunidad educativa». El hombre, de unos 30 años, como la víctima, tenía una orden de alejamiento y de comunicación, aunque recientemente la había vulnerado al haberse puesto en contacto con la mujer, que denunció el incumplimiento.