Conmoción en el municipio almeriense de El Ejido tras la muerte de un niño de 9 años, Andrei, apuñalado por su padre. El asesino llamó a los servicios de emergencias para informar que había acabado con la vida de su hijo de nueve años de una puñalada y después se entregó a la Gaudia Civil. Los hechos ocurrieron el viernes antes de las 16.15 horas en el número 61 de la calle del Mar, cerca del paseo marítimo de la localidad costera. En principio, el caso no está vinculado a un asunto de violencia machista.

Un hermano de 12 años y la madre de la víctima tuvieron que ser trasladados al Hospital de Poniente de El Ejido con una crisis de ansiedad. Al parecer, la madre del niño fallecido se encontraba en un invernadero trabajando cuando se produjeron los hechos y fue su pareja la que le comunicó lo ocurrido. La familia es de origen rumano, pero lleva años asentada en este núcleo.

El Ayuntamiento de El Ejido ha puesto una vivienda a disposición de la madre de Andrei. «Evidentemente la casa está precintada y esa disposición durará siempre y cuando exista la necesidad», dijo el alcalde, Francisco Góngora, a los medios en la plaza de la Torre de Balerma, donde se guardaron cinco minutos de silencio en señal de luto.

«Esperamos que todo el peso de la ley caiga sobre el responsable y desde luego es difícil concebir o llegar a entender cómo un padre puede matar a su propio hijo de una forma tan cruel», añadió el alcalde.