Un hombre fue detenido ayer acusado de asesinar a su pareja en Alcolea del Río (Sevilla) después de que fuera descubierto el cadáver de ella en el interior de una maleta en el cauce seco de un arroyo. El presunto agresor confesó los hechos después de intentar suicidarse cortándose el cuello, según explicó el alcalde de la población, Carlos López.

La mujer estaba desaparecida desde el pasado 16 de abril y el hombre explicaba que se había marchado de casa voluntariamente. Ella, M.R.L.B, convivía en una vivienda de Alcolea del Río desde hace diez años con su pareja, de iniciales A.M.G.G., y con la hija de ambos, y no constan denuncias previas de violencia machista por parte de la fallecida, según la Guardia Civil

La familia de la víctima, sin embargo, denunció la desaparición de la mujer después de que el pasado 23 de abril no acudiera a la primera comunión de su hija, cita en la que él aseguró que no sabía nada de la mujer.

SUPUESTA HUIDA /

El hombre manifestó que el 16 de abril, al volver al domicilio, notó falta de ropa, así como efectos personales, por lo que supuso que la víctima se había marchado voluntariamente.

La Guardia Civil fue centrando sus sospechas en la pareja debido a las «numerosas contradicciones» en las que incurrió. El alcalde explicó que el detenido acabó confesando el crimen porque no pudo soportar «la presión» al ver a los investigadores registrando la vivienda.

El hermano del arrestado, agente de la Guardia Civil, se lo llevó a su casa al empezar los registros. El presunto asesino confesó que había ocultado el cuerpo en una zona en la que difícilmente puede llegar un coche, por lo que, tras insistirle, se encontró el cadáver en un arroyo cercano más accesible.

ATAQUE POR LA ESPALDA /

La víctima, de 39 años, murió asfixiada con varias cuerdas enrolladas en el cuello y bolsas de plástico colocadas en la cabeza, y el ataque se produjo de forma sorpresiva por su pareja tras anunciar que quería separarse, ya que había consultado con los servicios jurídicos municipales su intención de separarse y de irse a Granada a rehacer su vida junto a su hija.

Ese púdo ser detonante mortal. El hombre la atacó de forma sorpresiva por la espalda con el cordón de una bota, con el que la asfixió por el cuello hasta que perdió el conocimiento y murió. El agresor usó dos cuerdas más así como varias bolsas de plástico que le colocó en la cabeza. La mujer fue introducida en una maleta, que es de gran tamaño, sin necesidad de ser descuartizada porque medía solo 1,60 metros, señalaron fuentes de la investigación.