Varias organizaciones españolas participamos ayer en el lanzamiento oficial de la Unión Global por la Sostenibilidad (UGS). Fue la presentación oficial de una iniciativa en la que están involucradas mas de 300 organizaciones de todo el mundo.

Para entrar en la UGS es preciso hacer acciones y compromisos. DKV se ha comprometido a reducir un 20% sus emisiones de carbono por empleado para el 2015. COATO, una empresa española líder en agricultura ecológica, se ha comprometido a organizar una comercializadora internacional de productos ecológicos. AMBILAMP, un sistema de gestión integrada de residuos de lámparas que agrupa a la inmensa mayoría de las empresas del sector, se ha comprometido a crear una escuela de reciclaje. CONAMA va a crear un código de buenas prácticas para la celebración de congresos. ECODES va a reducir sus emisiones de carbono por empleado en un 20%. La lista continua.

Muchas razones

¿Por qué estas organizaciones españolas a pesar de la difícil situación económica de España se suman a la UGS? No me equivoco mucho si resumo algunas de las razones. Están cansadas de ser meros espectadores de la ausencia de liderazgo global de los estados-nación. Están aburridas de la reiteración de quejas que pudre el ánimo, envejece el corazón y quieren ser parte de la solución. Quieren reducir el enorme déficit de esperanza que sufre el mundo. Sin duda, en tiempos de tanta abundancia de innovación tecnológica, se necesita innovación social y esta Unión Global es parte de la innovación social que hay que construir.

En la presentación han participado también Marina Silva, la exministra de Medio Ambiente de Brasil, la presidenta de WWF, el director de Greenpeace Internacional, líderes empresariales de varios países y tres niñas que reclamaban acción para un futuro digno. La cumbre de Río, para mí, concluye con esperanza. Ha nacido la UGS. El tiempo de actuar es ahora.