Los españoles consumen cada vez más ibuprofeno, con consecuencias que no solo se miden en riesgo para su salud, sino en un potencial daño para el medio ambiente, porque afecta a los primeros peldaños de los ecosistemas marinos.

El Instituto de Estudios Ambientales y Recursos Naturales (i-UNAT) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria publica este mes en Science of the total Environment un estudio sobre la cantidad de medicamentos que contiene la depuradora de una población media, concretamente la que atiende a los municipios de Ingenio, Santa Lucía y Agüimes, donde viven 130.000 habitantes. El equipo científico ha comprobado durante seis meses que cada litro de aguas residuales que llega a esa depuradora contiene un promedio de 59,2 microgramos de fármacos, o sea, que la población cuyas aguas depura arroja cada día por el inodoro algo más de un kilo de medicamentos diluidos en la orina. El ibuprofeno es el primer fármaco en presencia, con 16,1 microgramos/litro (289,8 gramos a lo largo de un día).

Los autores de este artículo subrayan que, aunque las depuradoras modernas son muy eficientes eliminando esos compuestos del agua que devuelven a los ríos, una parte se libera al medio ambiente. Y se ha demostrado que la exposición continua a trazas de ciertos fármacos perjudica a las algas, unos pequeños crustáceos conocidos como dafnias y los peces. El ibuprofeno liberado es casi cinco veces superior a lo tolerable para estos seres.