Ideario de HazteOir.org

HazteOir.org es una asociación de carácter civil, inscrita en el Registro de asociaciones con el

núm. 167805, que nace de la experiencia y amistad de un grupo de personas que pretenden servir a la sociedad, trabajando para que en todos los ámbitos de la misma se respete la dignidad de la persona y los derechos a ella inherentes.

Desde una concepción cristiana de la persona y del orden social, queremos ofrecer a todos los

ciudadanos un instrumento de participación, para mejorar nuestra sociedad.

El hombre es un ser racional (inteligente), libre (responsable de sus actos), moral (capaz de distinguir entre el bien y el mal) y creado a imagen y semejanza de Dios. Por tanto, el hombre, la persona, es superior al resto del universo, un valor en sí mismo.

Reconocemos y demandamos el respeto a la dignidad de la persona y a los derechos que de

ella se derivan:

1. Derecho a la vida y a su conservación, desde su concepción hasta el fin natural.

2. Derecho a la integridad física, a la seguridad y a la salud.

3. Derecho al respeto de la propia persona, su honor y reputación.

4. Derecho a pensar, obrar o negarse a realizar determinadas acciones según el

dictado de la recta conciencia.

5. Derecho a la libertad de educación.

6. Derecho a la libertad de información.

7. Derecho de reunión y de asociación.

8. Derecho a la libertad religiosa y a honrar a Dios, de forma privada y pública,

individual y colectiva, según la recta conciencia.

9. Derecho al matrimonio, definido como la unión entre un hombre y mujer, y a la

educación de los hijos.

10. Derecho al trabajo, a la iniciativa económica y a la propiedad privada.

11. Derecho a la participación activa en la vida pública y a la protección jurídica del

Estado.

Cada uno de estos derechos genera deberes correlativos.

El hombre es naturalmente social y necesita de los demás para desarrollarse y así permitirle

alcanzar aquellos fines naturales que por sí mismo no puede lograr. La familia, nacida del

compromiso entre un hombre y una mujer, es la célula básica y natural de la sociedad.

La autoridad es la potestad moral para gestionar la cosa pública. Su objeto es garantizar la

libertad y los derechos fundamentales, tutelar el orden público y promover el bien común, es

decir, las condiciones que sirven para el desarrollo material y espiritual de los hombres y

mujeres que constituyen una comunidad. La autoridad debe someterse a la ética en su

actuación.