En la primera secuencia de 'Ikarie XB-1', un astronauta desesperado asegura que la Tierra nunca ha existido. Es solo uno de los momentos nihilistas de esta importante película checoslovaca de ciencia ficción realizada en 1963, en plena explosión de la nueva ola del cine checo, exhibida ahora en una versión restaurada digitalmente. Hoy, a las 20.20 horas, se presentará en los cines Renoir de Barcelona y, a partir de mañana viernes, el filme circulará por diversas salas españolas. En septiembre esta prevista una sesión especial en el Phenomena.

Dirigida por Jindrich Polák -autor también de la teleserie de ciencia ficción Los visitantes (1983)-, 'Ikarie XB-1' recoge aspectos de producciones estadounidenses de ciencia ficción (el robot y la banda sonora electrónica remiten a Planeta prohibido) y adelanta elementos utilizados por Stanley Kubrick en '2001: una odisea del espacio'.

Esta adaptación de 'La nube de Magallanes', de Stanislaw Lem (escritor polaco también llevado al cine en 'Solaris' y 'El congreso') ha sido alabada por cineastas como Joe Dante y Alex Cox, quien la considera una de las películas de ciencia ficción más excitantes que se han hecho nunca. No le falta razón al director de 'Repo man'. Es un filme de culto, pero visto en escasas ocasiones. El negativo original está preservado en el National Film Archive de Praga y la restauración digital en 4K se realizó en el 2016 en el Hungarian Film Lab de Budapest, presentándose en la sección Cannes Classics del certamen francés y en los festival de Sitges, Sevilla y FKM de A Coruña.

¿Por qué es tan importante 'Ikarie XB-1'? Además de la notoria influencia que ejerció en la cinta de Kubrick y de su portentoso trabajo con los decorados y la música electrónica, es sintomática de la ciencia ficción cultivada en los países del bloque soviético durante la guerra fría. Es igual de reflexiva que 'Solaris' de Andrei Tarkovski, pero más misteriosa como pieza de género.

RUMBO A ALPHA CENTAURI

La acción acontece en el año 2163 y la nave 'Ikarie (Ícaro) XB-1' es en realidad una pequeña ciudad cósmica de 40 habitantes. Se dirigen hacia un planeta que orbita en Alpha Centauri, la estrella más cercana a la Tierra. A pesar de que en algunas escenas se les ve distendidos en fiestas, tocando un piano de doble cola o en el gimnasio, los miembros del 'Ikarie' se enfrentan a una situación inquietante que Christopher Nolan ha tratado también en 'Insterstellar': el viaje dura 28 meses, pero debido a la dilatación del tiempo son en realidad 15 años, con lo que cuando regresen serán 15 años más viejos aunque sus cuerpos apenas habrán envejecido dos.

El filme tiene alguna situación irónica: uno de los astronautas asegura que quería confundir al ordenador pidiendo bananas ahumadas para comer. Pero la película adquiere una enorme severidad dramática:“Hemos descubierto el siglo XX”, dice otro de los astronautas cuando encuentran una nave de 1987 con todos sus tripulantes muertos y llena de cabezas nucleares.

Los interiores de la nave en blanco y negro son fascinantes, no tan distintos de la serie B, así como los curiosos objetos y los ballets espaciales. La banda sonora con sonidos electrónicos resultaba muy importante en este tipo de filmes. Es obra del compositor Zdenek Liska, colaborador del cineasta de animación Jan Svankhamer.

American International Pictures, capaz de pagar las películas de Roger Corman sobre cuentos de Poe y un sinfín de cintas B con playas, surf, adolescentes y monstruos, compró los derechos para el mercado estadounidense. Se cortaron 10 minutos, los personajes tienen nombres distintos y el final es diferente, con planos aéreos de la Estatua de la Libertad neoyorquina. La guerra fría también se libraba en las salas de montaje.