Agentes de la Policía Nacional han detenido a 22 personas y se han incautado 840 kilos de hachís, en una operación contra el tráfico de drogas en Castellón, en la que también se han intervenido seis camiones usados para el transporte de los estupefacientes, cuatro de ellos equipados con doble fondo.

La organización desarticulada contaba con una ramas dedicada al transporte de la droga en camiones de gran tonelaje y otra encargada de la distribución y además del hachís, los agentes se han incautado de cocaína, "cristal", speed, anfetaminas, cafeína y medicamentos para la disfunción eréctil, además de dinero en efectivo.

Según un comunicado policial, los arrestados ofrecían servicio de "teledroga" a domicilio y también vendían en viviendas del centro de Castellón, muy frecuentadas, ya que los clientes no tenían que desplazarse a otros conflictivos puntos de venta en barrios de la periferia.

La rama del transporte estaba especializada en la carga y distribución de la droga en camiones de gran tonelaje preparados con doble fondo, hasta diversos puntos del país e incluso con destinos fuera de las fronteras de España.

Esta rama actuaba bajo pedido, para lo cual disponían de infraestructura compuesta por naves industriales donde se fabricaban los dobles fondos, así como una flota de camiones, preparados para partir hacia su destino final con la droga ya oculta.

La otra rama, de distribución al menudeo, se valía de tres domicilios, dos en el centro de Castellón y uno en la localidad castellonense de Benicàssim, donde ejercían la actividad de venta directa al consumidor.

Además, una de las viviendas funcionaba como piso franco para ocultar el grueso de la droga, donde los arrestados acudían a reponerse, con el fin de que, en caso de una intervención policial, se les incautase la mínima cantidad de droga para la distribución diaria.

Los domicilios utilizados para la distribución directa de las dosis, se encontraban en el centro de Castellón, y resultaban muy accesibles para los consumidores, que evitaban así la problemática de entrar en alguno de los barrios marginales de venta de drogas.

La investigación comenzó a finales del año pasado y en una primera actuación fue detenido un ciudadano de 34 años en la Ronda Sur de la ciudad de Castellón, cuando conducía un camión de gran tonelaje con 10 fardos de hachís, de 30 kilos cada uno, ocultos en un doble fondo realizado con planchas de aglomerado.

Ya a finales de abril, fueron detenidos dos hombres de 32 y 51 años, al ser interceptados en un camión en la Junquera cuando pretendían sacar 540 kilos de hachís del territorio nacional.

Paralelamente, los investigadores detuvieron a doce personas y desarticularon el servicio de venta directa al público, con el registro de los tres pisos ubicados en el centro de Castellón, en los que se incautaron de un kilo de cocaína, un kilo de "cristal", cerca de dos kilos de "speed", localizados en un congelador, 253 cápsulas de anfetamina, 47 pastillas de medicamentos para la disfunción eréctil, 453 gramos de cafeína y 1.550 euros.

El piso franco utilizado para almacenar el grueso de la mercancía también ocultaba prensas hidráulicas, máquinas de envasar, así como balanzas de precisión y otros efectos.

Los otros dos domicilios eran usados para la venta al público, despachaban la droga en pequeñas cantidades o bien las llevaban hasta donde se encontrara el cliente, que había hecho el pedido vía telefónica.

La investigación se ha dado por finalizada, tras desmantelar el entramado de distribución, con las últimas detenciones de otras siete personas.

Los agentes asimismo se han incautado de cuatro cabezas tractoras de camiones y seis remolques, de los cuales dos estaban equipados con un doble fondo fabricado en su misma estructura, dos plataformas de transporte de contenedores, cinco vehículos y 28.000 euros.