Una papilla grumosa con curvas lisérgicas y contornos difuminados ocupan lo que fueron las rectas cartesianas de un paso de cebra. La fotografía fue portada en el diario Hindustan Times y los cibernautas han colgado otras similares estos días para demostrar que en la India no es una hipérbole: el calor derrite el asfalto. Ese vitalista y caótico trajín de las calles de Nueva Delhi se ha reducido estos días, con la mayoría de la población escondida en sus casas. Los fallecidos por olas de calor en India componen la crónica negra anual de Asia al igual que los tifones en Filipinas.

Pero la canícula este año, la más tórrida en una década, ha disparado los muertos hasta casi 1.200, en su mayoría vagabundos, trabajadores de la construcción y ancianos.

Unos 850 indios han fallecido en el estado costero de Andhra Pradesh mientras 266 han muerto en el vecino estado de Telangana. El Gobierno compensará con el equivalente de 1.500 euros a las familias de los fallecidos. También es habitual por estas fechas que la antediluviana estructura eléctrica se colapse con la puesta en marcha de los aparatos de aire acondicionado y aún se recuerda que casi 600 millones de indios quedaron a oscuras en el 2012.

En Gurgaon, una ciudad dormitorio de la clase obrera, los cortes de suministro alcanzan las 10 horas diarias esta semana. Mayo y junio son tradicionalmente los meses más calientes en India, pero no se recordaban temperaturas generalizadas sobre los 45 grados en una superficie tan vasta. El mercurio trepó hasta los 47,6 grados el lunes en Odisha. La ola de calor fue estimulada por el abrupto fin de las lluvias premonzónicas y la llegada de los vientos del Mar de Arabia.

Los expertos han advertido de que el bochorno continuará hasta el fin de semana. Se espera que el monzón toque tierra por el sur el sábado, pero necesitará semanas hasta alcanzar la mitad septentrional.

El calor puede provocar una severa sequía antes de que lleguen las primeras aguas. Las autoridades de tres estados han emitido la alerta roja por el peligro de deshidrataciones y pide a los ciudadanos que beban mucho líquido, eviten las comidas proteínicas y el alcohol y se resguarden en casa.

Ocurre que lo último es una broma de mal gusto para los millones de indios que viven a la intemperie. Sin un triste ventilador, han sucumbido al aire flamígero.

Colores claros y sombrilla

Y en ese contexto de absoluta indefensión, ha sorprendido que el secretario jefe de Telangana, B.R. Meena, haya concluido que muchas de las 266 muertes en su estado se habrían evitado con ñun poco más de cuidadoO. Por ese cuidado entiende cubrirse con colores claros, utilizar sombrilla y permanecer en las zonas más frescas. El diario Times of India ha explicado que la radiación ultravioleta ha causado la mayoría de muertes. El índice UV, que mide la fuerza de los rayos en un lugar y momento particulares, ha alcanzado el valor 12, cuando la escala habitual termina en 11. En ese valor 12, que continuará la semana próxima, el riesgo de golpes de calor y enfermedades cutáneas se dispara.