Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica Barcelona (IRB, por sus siglas en catalán), han logrado que unos ratones con cáncer de colon en fase avanzada sanaran por completo tras inhibir la producción en el tumor de una hormona, llamada TGF-beta, que neutralizaba la actividad defensiva del sistema inmunitario.

«Cuando bloqueamos la acción de esta hormona, revertimos el proceso. Los linfocitos [células del sistema inmunitario] logran penetrar en el tumor y eliminan la metástasis», resume Eduard Batlle, investigador y responsable del laboratorio de cáncer colorrectal del instituto. «Las alternativas terapéuticas son espectaculares -prosigue-. Ratones con la enfermedad muy avanzada, que iban a morir en cuestión de días, se recuperan y quedan inmunizados», añade.

La investigación se han publicado en la revista Nature. El científico neerlandés Daniele Tauriello, investigador posdoctoral en el IRB, es el primer firmante.

Batlle y su equipo ya habían descubierto hace años que una abundancia de la misma hormona en el cáncer de colon parecía predecir el riesgo de desarrollar metástasis. En el nuevo estudio, realizado con un modelo de ratón que mimetiza la enfermedad en humanos, se curaron entre el 70% y el 80% de los animales. Sin embargo, la traslación no es siempre fácil.

«No queremos vender humo porque hay terapias que luego no han funcionado en fases clínicas -dice Batlle-, pero estamos convencidos de que va a haber muchos pacientes que se van a beneficiar de este descubrimiento». ¿Cuando? Ya hay varios ensayos en marcha con cáncer de vejiga que emplean la misma estrategia. «En dos o tres años tendremos resultados», añade.

La inmunoterapia, es decir, terapias basadas en activar el sistema inmunitario contra las células cancerígenas, se ha convertido en los últimos años en un arma muy eficaz para tratar algunos tumores como el melanoma o el cáncer de pulmón, subraya el IRB Barcelona. «Hemos tenido un auténtico boom, un cambio de paradigma. Nos hemos dado cuenta de que activando el sistema inmune hay pacientes que se curan. Esto ha abierto las expectativas científicas y el interés de las farmacéuticas», dice Batlle.

«Sin embargo, hasta ahora, la mayoría de los tumores del colon parecían insensibles a este tipo de terapias», prosigue el investigador. «Los pocos ensayos clínicos de inmunoterapia no estaban dando buenos resultados y no se comprendía bien por qué», recuerda Batlle.

Ahora, neutralizando la acción del TGF-beta, se ha observado que las células del sistema inmunitario logran infiltrarse y reconocen el tumor, combaten el cáncer e incluso previenen la aparición de metástasis en hígado y pulmón.

«Actualmente tenemos buenas terapias quirúrgicas y de quimioterpia para el problema local, pero poco para la metástasis, que a la larga es lo que suele causar los fallecimientos», recuerda Batlle. Además, y más importante, los investigadores han demostrado que, combinando el inhibidor de TGF-beta con inmunoterapias ya disponibles, el efecto antitumoral se potencia y el sistema immunitario elimina de forma eficaz las metástasis.

EL DESARROLLO

Alrededor del 40-50% de los pacientes con un tumor en el colon recaerán en la enfermedad en forma de metástasis. «Cuando hay un diagnóstico de cáncer de colon en los estadios avanzados, los oncólogos no tienen a su disposición tratamientos eficaces que puedan curar al paciente», dice Batlle. Este trabajo abre la puerta a que se desarrolle el primer tratamiento basado en inmunoterapia para pacientes con cáncer de colon metastásico, y para aquellos con mal pronóstico pero que aún no han desarrollado metástasis..

Nature publica en el mismo número otro estudio, de la farmacéutica Genentech, que llega a las mismas conclusiones pero con cáncer de vejiga. «Este otro trabajo demuestra que el descubrimiento va más allá del cáncer de colon. Aparentemente múltiples tipos de tumores utilizan la misma estrategia -la elevación de los niveles de TGF-beta en el entorno- para hacerse invisibles al sistema inmunitario», opinan los científicos del IRB Barcelona.

Batlle admite que los inhibidores más prometedores pueden tener algún efecto secundario, como crear problemas de autoinmunidad, pero opina que se puede mejorar. «Es un especto que hay que trabajar, pero por regla general las reacciones están bien controladas», concluye.

A sus ratones les ha bastado 15 días de terapia.