Los primeros diseños de comunicaciones ocultas sobre la World Wide Web (1989), la internet de enlaces, datan de 1996 y las primeras implementaciones de 1998. Un navegador muy parecido al actual Tor, que permite camuflar el rastro de la navegación, se comenzó a usar en el 2002. Su destino inicial era mantener la libertad de expresión en el mundo y permitir que disidentes políticos en países con censura (actualmente Irán, Turquía, Egipto o China) pudiesen comunicarse sin dejar rastro ni en la internet convencional (la llamadaClearNet) ni en la Internet Oscura (Dark Web).

Incluso hoy, hay organizaciones y personas que copian o difunden allí informaciones que pueden ser objeto de censura. Pero también las teorías de la conspiración ven el campo abonado en páginas propias. Sin embargo, la mayoría de nodos están en EEUU y Europa, según TorProject.

Aunque es casi imposible de saber, se calcula que la Dark Web de Tor (hay otras aún más minoritarias, con i2P y Freenet) tiene actualmente unos 5.000 nodos y la usan unos dos millones de personas en todo el mundo. Muy pocos en comparación con los más de 3.500 millones de internautas que se calculan que hay en el mundo, casi la mitad en Asia.

El gran momento de uso de Tor vino a partir del caso Snowden,cuando muchos activistas tomaron conciencia de la necesidad de proteger su rastro 'online'. Pero la popularización de herramientas que protegen la privacidad en mensajería, correo y navegación ha hecho que no sea necesario quedarse en la Internet Oscura más allá de lo imprescindible incluso para los propios activistas.

“Lo que tienen los foros sobre seguridad en la Dark Web es que como ya requiere una complejidad técnica para entrar, el nivel de los participantes es muy alto”, afirma Carles Mateu, profesor de redes y de seguridad en la Universitat de Lleida.

COMPLEJIDAD TÉCNICA

La Internet Oscura no es ni siquiera una. Hay páginas que se pueden ver desde Tor, otras desde i2P y otras desde Freenet, por citar tres navegadores. También hay versiones de Tor para móvil: Onion Browser para IOS y Orbot para Android.

Para los que quieran aún más seguridad, lo ideal, según Mateu, es "una máquina nueva e instalar Tails", un sistema operativo que utiliza Tor como navegador por defecto. Tails se puede instalar incluso en una Raspberry Pi, con un módulo wifi. Y, si puede ser, con la conexión de otro.