La investigación de la muerte de una mujer vecina de Castrogonzalo (Zamora) dio dos giros inesperados ayer después de que el juzgado que investiga el crimen dejara libre sin cargos al pastor de la localidad que había sido involucrado por su hijo menor de edad. El juzgado de Benavente que tomó declaración al pastor se inhibió en el juzgado de menores de Zamora, lo que indicaría que las sospechas se centran en otra persona menor de 18 años. Según publicó El País ayer, el nuevo sospechoso podría ser, precisamente, el hijo de 17 años delator del primer detenido, ya que, como adelantó ese diario, en su declaración «incurrió en numerosas contradicciones e incoherencias».

Tanto el pastor liberado como su hijo frecuentaban el lugar donde se encontró a la víctima. La Guardia Civil trata de esclarecer si hubo un intento de agresión sexual previo que desembocó en un asesinato para que la víctima no contara lo ocurrido. Por lo visto, la ropa de la mujer fue encontrada esparcida en la zona próxima al terraplén en el que fue hallado su cuerpo, tal y como relató El País.

En presencia del detenido, la Guardia Civil y una comisión judicial efectuaron el viernes una reconstrucción en el lugar donde presuntamente se cometió el crimen el día anterior, según apuntaron fuentes de la investigación. En el escenario del suceso también estuvo el hijo adolescente del detenido, que según La Opinión-El Correo de Zamora fue quien delató a su padre. La policía registró igualmente la vivienda que compartían el primer detenido ahora libre y su hijo.

POSIBLE AGRESIÓN SEXUAL / La hipótesis con la que trabajan los investigadores es que la fallecida pudo haber intentado huir y entonces habría sido golpeada al menos en tres ocasiones con piedras de grandes dimensiones en la cabeza y en el rostro. Aunque en un principio se aseguró que el pastor tenía antecedentes por una agresión sexual ocurrida hace más de tres décadas, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León lo desmintió poco después.

Fuentes vecinales indicaron que el pastor no se llevaba mal con el resto de vecinos aunque sí era «algo conflictivo y un poco problemático», y lo describieron como una persona que en ocasiones «se emborracha y se pone burro».

La víctima, Leticia Rosino Andrés, de 32 años, desapareció el jueves por la tarde cuando salió a pasear por los alrededores del pueblo como hacía habitualmente, y su cuerpo sin vida fue localizado de madrugada en un terraplén junto a la planta de transferencia de residuos de la localidad y próximo al río Esla.

Cuando se dio la alerta de la desaparición de la mujer, que era natural del municipio cercano de Tábara, se activó un dispositivo de búsqueda. Fueron unos amigos de la víctima quienes descubrieron restos de sangre y alertaron a la Guardia Civil solo dos horas más tarde, lo que llevó al hallazgo del cuerpo sin vida.

Tanto en Tábara como en Castrogonzalo, donde residía con su pareja, se organizaron sendas concentraciones ayer en señal de repulsa por el crimen y para apoyar a la familia de Leticia Rosino, que trabajaba en una empresa lechera en el departamento de control de calidad.