Partidarios y detractores del matrimonio homosexual miran con atención a los datos de participación del electorado en el referéndum que se celebró ayer en Irlanda para decidir sobre esa cuestión, si bien las últimas encuestas publicadas prevén el triunfo del .

"Aunque los sondeos han venido otorgando una cómoda victoria a la legalización del matrimonio entre parejas del mismo sexo, en los últimos días hemos ganado terreno, mientras que el número de indecisos era hasta anteayer alto y pueden decantar la balanza", explicó a Efe el activista Keith Mills, quien votó no a pesar de ser gay.

Poco más de tres millones de irlandeses estaban llamados a las urnas para pronunciarse sobre el matrimonio gay, pero dado que no existe el voto por correo en Irlanda, muchos de ellos viajaron para ejercer este derecho y elevar el índice de participación. A media tarde, la afluencia a las urnas superaba el 30 % por ciento.