La guardia costera italiana y la Marina buscan en el Mediterráneo a los 400 inmigrantes que, según el relato de varios supervivientes, viajaban en una barcaza que volcó al mar y están desaparecidos, mientras el país afronta una avalancha migratoria que no tiene precedentes en los últimos años. Desde el sábado, 10.000 personas han sido rescatadas en aguas del sur de Sicilia y de la isla de Cerdeña por el dispositivo europeo Frontex y la Armada italiana.

Entre los llegados figuran varias decenas de mujeres embarazadas y 450 menores, 317 de los cuales viajaban solos. Fuentes oficiosa informaron ayer de que otras 3.000 personas se encontraban la pasada noche en aguas internacionales, navegando hacia Italia.

Mientras, nuevos datos todavía muy parciales afloran sobre la tragedia del último naufragio que ha dejado a 400 desaparecidos en el mar. Según los supervivientes, la barcaza en la que viajaban 550 personas habría volcado. Testimonios con los que pudo hablar ACNUR han explicado que el naufragio se produjo cuando todos sus ocupantes se trasladaron a un mismo lado de la cubierta, al ver que otra nave de grandes dimensiones se dirigía hacia ellos. Entre los desaparecidos había "muchos jóvenes y menores", según la oenegé Save the Children.

CRÍTICAS A LA UE

La oenegé Human Rights Watch (HRW) calificó como una "intolerable pasividad" la actitud de la UE ante la inmigración y dijo que la última tragedia obliga "a la Unión Europea a poner en marcha una amplia operación de búsqueda y rescate". Judith Sunderland, directora de la organización, añadió que "si se confirman las noticias, se trataría de una de las mayores tragedias en una de las zonas más peligrosas del mundo". Hasta ahora el mayor naufragio se produjo en 2013 cerca de la isla italiana de Lampedusa, cuando perecieron 366 personas y otras 20 siguen todavía desaparecidas.

Con este drama como trasfondo, la necesidad de acoger y distribuir a los 10.000 inmigrantes en todo el territorio nacional está provocando la sublevación de las regiones, principalmente las de Lombardía (Milán) y Veneto (Venecia), con fuerte presencia de la xenófoba Liga del Norte. "Ocuparemos las pensiones, hoteles y, escuelas", ha amenazado Matteo Salvini, líder de aquel partido, después de que el Ministerio de Interior haya pedido a los delegados del Gobierno en las regiones habilitar 6.500 puestos de acogida.

Las masivas llegadas han obligado a las autoridades italianas a improvisar centros de inspección médica y de primera identificación en los muelles de varios puertos sicilianos.