28 de mayo del 2009. Óscar Alpuente estaba celebrando en la plaza de Catalunya junto con unos amigos que el FC Barcelonahabía ganado la Champions. Al acabar el festejo, los Mossospidieron por megafonía que la gente abandonara la plaza. Sin embargo, en los alrededores empezaron a producirse altercados de orden público. Óscar Alpuente y su grupo se alejaron del lugar subiendo por el paseo de Gràcia, pero a la altura de la calle Diputació, el joven recibió un impacto de una pelota de goma en el ojo. Le dejó tuerto.

Un agente de la policía autonómica se ha sentado este miércoles en el banquillo en la Audiencia de Barcelona acusado de un delito de lesiones por imprudencia. Sin embargo, la fiscalía no le acusa porque, a su entender, no se puede determinar que este mosso fuera quien disparara la pelota de goma que impactó en Óscar, aunque reconoce que se lanzó esta munición en la zona y que uno de esos proyectiles lesionó al joven. Solo la acusación particular, que representa al herido, pide al policía antidisturbio una pena de tres años de cárcel y unaindemnización de 180.000 euros. Según fuentes conocedoras del caso, la compañía aseguradora de la Conselleria de Interior intentó llegar a un acuerdo con él. Le ofrecieron 100.000 euros, pero el muchacho rechazó la propuesta al considerar que era insuficiente.

Es el segundo juicio que se celebra por una lesión provocada por una pelota de goma, munición prohibida desde abril del 2014. El primero fue el de Ester Quintana. La Audiencia de Barcelona absolvió a los dos mossos acusados en este caso porque no quedó acreditado que la mujer recibiera un impacto de una pelota de goma o de un proyectil de precisión (foam) y tampoco habían elementos suficientes para determinar que los dos policías investigados fueran lo que le provocaron las lesiones. Quintana, eso sí, fue indemnizada por la aseguradora de la Generalitat con 261.000 euros. La mujer ha asistido este miércoles al juicio como público.

APUNTANDO BUSCANDO EL REBOTE

En el juicio que se ha iniciado este miércoles, el escopetero acusado ha reconocido que disparó una pelota de goma de forma reglamentaria. Es decir, apuntando hacia el suelo para que rebotase y guardando los metros de distancia fijados en los protocolos (50 metros) con las personas que estaban frente a él y que, según su explicación, habían montado barricadas y estaban provocando desórdenes públicos, lanzándoles objetos. Actuó tras la orden dada por su superior y al estimar que estaba "bien dada". El agente ha declarado que hubo otro escopetero que efectuó disparos de pelotas de goma en la zona.

Óscar Alpuente ha explicado ante el tribunal lo que vivió esa madrugada. Tras celebrar la victoria del Barça, subió por paseo de Gràcia con sus amigos para ir a buscar el coche que estaba aparcado en la Gran Via. Al llegar a la altura de la calle Diputació observó cómo una persona "sin camisa" lanzaba una botella a las furgonetas de los Mossos d'Esquadra que estaban en el carril central del paseo de Gràcia. El miró hacia donde estaban los vehículos policiales para controlar la situación y, de repente, recibió un impacto en la cara. "Caí al suelo. Me desangraba. Mis amigos me vieron y llamaron a la ambulancia", ha relatado. Ha insistido, al igual que sus amigos, que no vieron barricadas, ni disturbios y que la gente "iba caminando normal".