«La jueza me dijo que en la farmacia vendían unos aparatos para sacar leche del pecho. Que lo hiciera, la congelara y después se la diera al padre para poder alimentar a mi hija cuando estuviera con él. Solo tiene 11 meses y está acostumbrada a que le dé el pecho varias veces al día», asegura Carolina Z., que se separó de su marido al mes de nacer la menor.

Una jueza de Primera Instancia de Mataró ha otorgado al padre de la niña un régimen de visitas que incluye varios días seguidos, por ejemplo en Navidad, o fines de semana enteros a pesar de que es una lactante. La abogada de la mujer ha pedido a la magistrada que aclare el modo en que la madre puede dar el pecho a su hija o, por lo menos, que le permita ir a casa de su exmarido para amamantar a la niña, así como posponer por un tiempo el régimen de visitas establecido para el 2017. Carolina se casó en el 2013. Al poco tiempo, ya empezaron los problemas con su pareja. En febrero del 2015 se quedó embarazada. El bebé no resolvió los conflictos, y la mujer se fue a vivir con su madre cuando su hija tenía algo más de un mes. El padre iba de vez en cuando a verla. «No ha tenido casi contacto con ella», asegura. Después solicitó las medidas previas al divorcio. Alegó que aún le daba el pecho y que se adaptara el régimen de visitas del padre a esta circunstancia.

La jueza resolvió este octubre. Reconoció que la pequeña ha sido atendida por su madre (a la que le concede la guarda). Y también que la menor aún combina la leche materna con papillas. Sin embargo, a la hora de dictar el régimen de visitas, ha otorgado al padre jornadas y fines de semanas enteros. Para el 2017 este régimen se amplía. «No me niego a que vea al padre, sino que le vaya conociendo poco a poco». Su abogada ha presentado un escrito en el destaca que la «lactancia no es solo un modo de alimentación, sino un refuerzo del sistema inmunológico, aportando, en mayor abundamiento, tranquilidad y seguridad al bebé». Los certificados médicos que acompaña aconsejan que la mujer dé el pecho a su hija hasta, al menos, los 2 años, y agregan que no es factible la extracción mecánica de la leche. H