El tribunal del jurado ha considerado al hombre acusado de matar a su esposa y de herir a dos de sus hijos con una maceta de albañil en la vivienda familiar que compartían en Zaragoza responsable de un delito de asesinato y de dos en grado de tentativa, aunque ha apreciado que en ese momento tenía la mente alterada.

El veredicto de los miembros del jurado rechaza el tipo agravado de asesinato con ensañamiento que defendían las acusaciones en sus respectivos escritos de calificación y aprecia la atenuante de alteración psíquica planteada por la defensa, lo que ha obligado a acusaciones y defensa a ajustar sus peticiones de condena.

De acuerdo a esta situación, las acusaciones han solicitado la imposición de condenas a Faustino S.S., de 74 años, de 20 años por el asesinato de su mujer, de 20 años también por el intento sobre uno de sus hijos y de 8 años por la tentativa llevada a cabo sobre el segundo.

Por su parte, la letrado de la defensa, Olga Oseira, ha planteado condenas de 15 años por el asesinato de la mujer, de 20 años por el delito agravado de tentativa sobre el hijo discapacitado psíquico debido a su especial vulnerabilidad y de 3 años y 9 meses por el intento hecho sobre el segundo hijo.

Tras darse a conocer el veredicto del jurado y hacer públicas las partes sus conclusiones finales, el juicio ha quedado en manos del magistrado presidente del tribunal para dictar sentencia.

Durante la vista, el acusado mantuvo la responsabilidad que había asumido inicialmente como autor de los hechos, pero explicó al jurado que lo hizo en un momento de desesperación debido a las dificultades a las que se enfrentaba su familia.

Las deliberaciones del jurado, asumida la responsabilidad de los hechos por el procesado, se han centrado en la controversia que se suscitó durante la vista a partir de los informes de los forenses y de un médico psiquiatra.

Mientras los forenses consideraron en sus argumentaciones que el acusado era plenamente responsable de los hechos que planificó y llevó a cabo, el psiquiatra defendió que estaba condicionado por una alteración grave de su conciencia.

El crimen tuvo lugar en mayo de 2016, en un momento de dificultades familiares debido a la grave enfermedad que padecía su mujer, a la discapacidad psíquica de uno de sus hijos, a los problemas de corazón de otro y a los problemas económicos derivados de la escasa rentabilidad de la labor que desarrollaba en el campo.